Como parte de la preparación hacia la Conferencia Continental de Comunicación Sindical que la CSA llevará adelante del 27 al 29 de octubre, el jueves 30 de septiembre se desarrolló la Preconferencia de Mujeres, donde participaron más de 300 compañeras trabajadoras de las Américas.

El evento, realizado con el Comité de Mujeres Trabajadoras de las Américas (CMTA) de la CSA, fue parte de los cinco encuentros previos a la conferencia de fines de octubre. Esos encuentros han tenido el objetivo de presentar en ellos un Documento Base sobre democratización de comunicación, comunicación popular y construcción de la comunicación sindical, para recoger opiniones, sugerencias y propuestas desde las subregiones y grupos específicos. La idea es construir acuerdos y síntesis que servirán para la aprobación en la Conferencia de Comunicación de una hoja de ruta para toda la estructura de la CSA y sus afiliadas durante el actual período de gestión, que se extiende hasta 2025.

El secretario general de la CSA, Rafael Freire, dio la bienvenida a las participantes y remarcó que la transversalización de la perspectiva de género es prioritaria, como parte del fortalecimiento de la Confederación y de la formación política y técnica bregada por compañeros y compañeras.

La comunicación es clave para la defensa de la democracia. La inclusión de voces de mujeres, la preparación y estímulo de vocerías femeninas y feministas, es parte de la construcción de una comunicación sindical más popular y participativa. Como sintetizó Ernestina Ochoa de CUT Perú: “Las mujeres necesitamos ser conductoras en comunicación”.

Luego de escuchar las presentaciones del Documento Base, las referentes de centrales sindicales de las Américas coincidieron en la importancia de pensar cómo incluir la perspectiva de género en todos los mensajes y medios de la CSA. “No solo a nivel informativo, sino para visibilizar las actividades que realizamos las mujeres”, dijo Mirtha Rodríguez Valenzuela (CTC Colombia).

La pandemia de coronavirus llevó a que organizaciones en todo el mundo tuvieran que sostener reuniones virtuales para continuar sus estrategias de trabajo. Esto permitió incluso desarrollar escuelas de formación sindical virtuales, pero también dejó más al descubierto la falta de conectividad en muchos territorios. Con estos desafíos presentes, compañeras como Rose Mary Rodríguez de CTRN Costa Rica plantearon que aún faltan “más opciones sobre cómo llegar a mujeres trabajadoras y a jóvenes” y que “urge una mayor participación para el bienestar de la clase trabajadora, para lograr mayor incidencia a nivel de país”.

Fue una instancia muy participativa y se aportaron varias propuestas para resolver estas preocupaciones y desafíos. Por ejemplo, replicar la experiencia de formación de “brigadistas digitales”, como comentó Juneia Batista, de la CUT Brasil, para que tanto la dirigencia como las bases tengan manejo de herramientas de comunicación para multiplicar mensajes propios y vencer la estigmatización de los sindicatos – ejercida en manera generalizada por medios de comunicación hegemónicos.

Otra propuesta para construir medios propios es impulsar campañas nacionales que exijan a los gobiernos leyes de comunicación que garanticen a las centrales sindicales el acceso a frecuencias radiales y a señales televisivas, como sugirió Olga Serrano de CMTC Costa Rica.

No solo la formación técnica es importante, sino también “¿cuál es el lenguaje que queremos hablar con las trabajadoras?”, planteó Juneia. Es decir, pensar qué lenguaje usan las trabajadoras y “considerar ese lenguaje propio” para la construcción de mensajes de la comunicación sindical.

Parte de los mensajes a transmitir tiene que ver con “hacer visible lo que los medios hegemónicos quieran que sea invisible”, dijo Elisa Semino de la CTA-A de Argentina, utilizando lenguaje “sencillo e inclusivo” – añadió Dialys Campa de CTRP Panamá–, para compartir las reivindicaciones y visibilizar qué pasa con los nuevos mercados de trabajo. Carmen Palma de CUT Chile sumó la necesidad de pensar estrategias de comunicación que consideren las diversas realidades de las centrales sindicales y de tener presente que la perspectiva de género que atraviese los mensajes sea más que construir una comunicación no sexista.

Palma también señaló que, ante el monopolio de medios de comunicación y “el cerco comunicacional sobre las problemáticas de trabajadores/as y de todo tipo de conflicto social”, es importante tener medios propios y, a la vez, “crear alianzas con otros medios populares, como dice el Documento Base”.

Otra propuesta para la construcción de mensajes que se compartan a nivel regional y fortalezcan el crecimiento de la CSA es “tener símbolos que sinteticen luchas”, dijo Alejandra Arlegui (CTA-T, SUTEPA, Argentina), como los pañuelos blancos de las Madres de Plaza de Mayo o los verdes de la campaña por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito, o una mano indicando “basta de violencia de género”: “comunicación gráfica que impacte sobre las representaciones sociales”.

Otras participantes de Argentina plantearon armar un mapa continental de medios y experiencias comunicacionales, como dijo Belén Rodríguez (CTA-T), y un mapa de medios sindicales: “un listado accesible para que podamos conocer lo que estamos haciendo, fortalecer las redes que estamos construyendo, ser fuentes de consulta y referencias desde nuestras organizaciones y nuestras regiones”, agregó Alicia Rivas (CTA-A).

En el cierre, la secretaria de Políticas Sociales de CSA, Jordania Ureña, agradeció la masiva participación de las compañeras desde distintas latitudes y subrayó que esto es clave para profundizar la transformación sindical para la transformación social: “Una transformación sindical que ponga en el centro lo que están haciendo las mujeres para tener una vida digna y para seguir conquistando derechos para nuestra clase trabajadora”.

 

 

 

 

 

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