Por Adolfo Aguirre, via Agencia CTA

Cuando a un trabajador o trabajadora se le arrebatan sus derechos en Europa, nos golpean también a nosotros. Ya hemos visto como un ajuste descarado en Europa trae para nuestra región costos como los pagados luego de 2008: golpes de Estado a favor de las transnacionales en busca de trabajo barato, precario, con salarios en baja e inflación en alza, con desalojos de campesinos y pueblos originarios, con represión y oídos sordos a los justos reclamos populares. Esta debe ser una campaña transatlántica, con un sentido profundo e irrenunciable de solidaridad de clase, para que los mandatarios de ambos continentes sientan la vibración del reclamo y la presión de una fuerza organizada que no va a renunciar a lo que le pertenece.

En Argentina, el éxito del oficialismo en alianza con la derecha y el sector industrial para consolidar el negocio de las ART con una ley al servicio de las empresas aseguradoras, a costas de la salud y vida de los trabajadores, es una muestra más de que el gobierno no pretende que los sectores que ganaron con en el casino financiero sean quienes paguen los costos de la especulación. Somos nosotros, la “economía real”, los trabajadores y trabajadoras de carne y hueso quienes seguimos sufriendo el avance de las presiones del capital neoliberal.
En la región, el caso mexicano, hondureño y paraguayo hablan por si solos, con la instauración de la tercerización, flexibilización y los contratos por hora, además de la persecución, la represión y los embates a las organizaciones sociales y de trabajadores.
Defendemos nuestros derechos, nuestro trabajo y nuestro salarios acá, en Europa y en cualquier lugar del mundo. Nuestra acción, organización y reflexión está presta a resistir y generar alternativas.
El 14 de Noviembre volvemos a las calles para defender a la clase trabajadora.

* Adolfo Aguirre es Secretario de Relaciones Internacionales de la CTA – Argentina

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