São Paulo (BR) – Como parte de una amplia alianza internacional en defensa de la democracia brasileña, este martes (14) se realizó en São Paulo una reunión entre el vicepresidente ejecutivo de la AFL-CIO (Federación Estadounidense del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales), Tefere Gebre, Stuart Appelbaum, vicepresidente ejecutivo de la UFCW (Sindicato de Trabajadores en la Alimentación y Comercio) y el secretario de política económica y desarrollo sustentable de la CSA, Rafael Freire, junto al coordinador político, Iván González.

Rafael Freire inició su intervención subrayando la importancia del papel que la AFL-CIO, como central sindical de los Estados Unidos, desempeña en la solidaridad con los trabajadores y trabajadoras en todo el continente, así como su cooperación en las principales iniciativas de la CSA, tanto en las definiciones del Consejo Ejecutivo, como en otros espacios, como en el proceso de la Reunión Regional Americana de la OIT (Organización Internacional del Trabajo). Un trabajo integrado que contribuye significativamente a la pauta de derechos sindicales.

En tiempos de dura represión a los sindicatos, se discutió la necesidad de mantener una agenda de articulación del sindicalismo de las Américas frente a esa ofensiva y la importancia de superar cualquier divergencia que pueda surgir, por cuanto los enemigos de los sindicatos están articulados en su agenda antilaboral y antidemocrática.

Se analizaron también los efectos de la ola conservadora de persecución, amenazas y violencia antisindical y antilaboral, que actualmente rodea a la política regional y global, comandada por gobiernos como los de Michel Temer (Brasil), Mauricio Macri (Argentina), Donald Trump (Estados Unidos), entre otros.

También se discutió sobre la relación entre el golpe de 2016 contra la presidenta Dilma Rousseff y la persecución contra el ex presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, que se encuentra preso injustamente y puede no ser candidato en las elecciones presidenciales brasileñas de este año. Con relación a este tema, Tefere Gebre y Stuart Appelbaum manifestaron la solidaridad y apoyo a Lula por parte del sindicalismo estadounidense. «Nos mantenemos en solidaridad con nuestros compañeros y compañeras de Brasil por la defensa de la democracia y de su libertad, para juntos exigir sus derechos. Continuaremos apoyando sus luchas por justicia hasta que el presidente Lula sea liberado y los brasileños puedan finalmente tener elecciones justas», declaró Gerbre.

Para Appelbaum, la detención de Lula es una afrenta directa a los trabajadores y trabajadoras de Brasil. «En un tiempo en que estamos presenciando, constantemente y en tantos lugares, ataques a la democracia, a la justicia social ya los trabajadores, es importante que permanezcamos y luchamos juntos. No nos quedamos simplemente viendo «, señaló. Es importante resaltar que, en julio, el Consejo Ejecutivo de la AFL-CIO aprobó una resolución en apoyo a la democracia en Brasil, exigiendo la inmediata liberación del ex presidente Lula.

Con relación a otros temas de la pauta compartida por la CSA y la AFL-CIO, Tefere Gebre destacó el trabajo que se ha hecho sobre la cuestión de combate a la discriminación racial. Aunque hay avances políticos en este tema, se hace necesario un enfoque más asertivo del sindicalismo internacional en la lucha antirracista, así como una articulación amplia para acciones que estimulen cada vez más la política de inclusión y participación de afrodescendientes en todas las esferas sociales.

Rafael Freire agradeció a la AFL-CIO por su compromiso con la campaña en favor de Lula como símbolo de la defensa de la democracia y de las conquistas sociales de los derechos de los trabajadores y trabajadoras, que fue un legado de su gobierno.

Al final de la reunión, Freire y Gerbre consideraron la importancia de pensar en el futuro del sindicalismo mundial más allá del Congreso de la CSI, de diciembre. Independientemente del resultado en la composición de la conducción de la CSI, los sindicatos deben seguir unidos, pues la presión internacional existente contra los trabajadores y trabajadoras es mayor y demanda mucha atención, organización, movilización y fortalecimiento sindical.

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