Las mujeres se enfrentan a desigualdades sistémicas, que incluyen una participación desigual en la fuerza laboral, una persistente brecha salarial de género, una sobrerrepresentación en los sectores informales y acoso en el ámbito laboral.

Además, los movimientos populistas y los regímenes autoritarios continúan socavando décadas de progreso hacia la igualdad de género, que han promovido la participación equitativa de las mujeres en el trabajo, su empoderamiento económico y político, así como su acceso a la educación.

El secretario general de la CSI, Luc Triangle, declaró: “El camino hacia una sociedad verdaderamente inclusiva, equitativa y democrática se logra mediante la incansable búsqueda de la igualdad de género en el ámbito laboral. Nuestro llamamiento en favor de un Nuevo Contrato Social transformador en materia de género consiste en crear las condiciones para que todas las mujeres puedan prosperar con dignidad, libres de discriminación y violencia. En este Día Internacional de la Mujer, volvemos a comprometernos con esta visión y abogamos por políticas transformadoras que beneficien a toda la fuerza laboral».

  • La economía de cuidados: Se proyecta que la inversión en atención infantil universal y cuidados de larga duración creará 280 millones de empleos de aquí a 2030. Esta inversión incrementaría en un 78 % las tasas de empleo femenino, siendo el 84 % de estos empleos formales, lo cual proporcionaría una fuente de empleo para muchas mujeres migrantes que en la actualidad desempeñan roles informales de cuidado.
  • La brecha salarial de género: En todo el mundo, las mujeres ganan aproximadamente un 20% menos que los hombres y, al ritmo actual, se tardará 257 años en conseguir la igualdad salarial por un trabajo de igual valor. Cerrar esta brecha requiere un esfuerzo concertado para mejorar la transparencia salarial, combatir la segregación ocupacional, mejorar el equilibrio entre la vida laboral y personal, ofrecer una mejor protección social y establecer salarios mínimos equitativos.
  • Violencia de género y discriminación en el trabajo: Para lograr la igualdad de género debemos hacer frente al sexismo, el racismo, la xenofobia y la discriminación contra los trabajadores y las trabajadoras LGBTQI+ y migrantes en el mundo laboral. Para ello, debemos ver avances en la inclusión y participación de las mujeres trabajadoras –en toda su diversidad– en el trabajo.
  • Participación sindical: los sindicatos deben liderar agendas transformadoras en materia de género a través de la negociación colectiva y el diálogo social. Esto requiere un aumento en el liderazgo de las mujeres dentro de los sindicatos, algo esencial para construir un movimiento sindical inclusivo, feminista y equitativo.

«En medio de los crecientes desafíos mundiales, incluido el auge de las ideologías populistas de derechas y los gobiernos autoritarios, el movimiento sindical mundial reafirma su compromiso con la igualdad de género y los derechos de las mujeres. Debemos redoblar nuestros esfuerzos para alcanzar la igualdad de género en el ámbito laboral, una contribución esencial para promover sociedades inclusivas, pacíficas y democráticas», agregó Luc Triangle.

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