Foto Juliana Barbosa

El encuentro se lleva a cabo este jueves y viernes (22 y 23/02) en el Centro de Convenciones de Foz do Iguazu, con más de 4 mil personas.

Bajo el ondear de banderas multicolores y entre puños alzados, miles de militantes cantaron a pleno pulmón la canción de Quilapayún que llama a ponerse de pie y luchar, «el pueblo unido jamás será vencido». Así quedó marcada la apertura de la Jornada Latinoamericana y Caribeña de Integración de los Pueblos, en Foz do Iguaçu, ciudad en la triple frontera entre Brasil, Argentina y Paraguay.

Tanto en la mística inicial como en la plenaria de apertura, se reafirmó el compromiso de solidaridad entre los pueblos que caracteriza históricamente las luchas y acciones de los movimientos y organizaciones populares regionalmente, con la participación de unas 4 mil personas, representando a más de 20 países.

El espacio de mística que abrió el evento dio voz y lugar a la causa de los pueblos que están bajo agresión de embargos, como Cuba y Venezuela, o bajo violaciones de derechos humanos y violencia, como Palestina y Haití.

La diversidad que trasciende los límites territoriales de América Latina y el Caribe resonó con el llamado a la solidaridad en el acto de lanzamiento de la Jornada, donde las banderas y los himnos fueron importantes, pero no suficientes. Lo esencial está más allá de las fronteras y dentro del pecho de cada uno: «Es necesario que nuestros corazones estén en sintonía».

A continuación, se llevó a cabo un acto de apertura, con la participación de Diana Araujo Pereira, rectora de la Universidad Federal de Integración Latinoamericana (Unila); Sérgio Moacir Fabriz, director general del Campus Foz do Iguaçu de la Universidad Estatal del Oeste de Paraná (Unioeste); Francisco Lacerda Brasileiro, alcalde de Foz do Iguaçu; y Marcio Killer, presidente de la Central Única de Trabajadores (CUT) de Paraná.

Conferencia Central Inicial

                                                       Foto Luciana Barbosa

Con la plenaria repleta, la primera conferencia de la jornada puso en debate el tema «Crisis del Capitalismo y las Amenazas para la Paz y la Soberanía de los Pueblos». La primera intervención fue de Bernadete Esperanza, de la Marcha Mundial de las Mujeres (MMM), procedente de Minas Gerais. Más allá del hambre, la militante presentó como síntoma del agravamiento de la crisis mundial el avance de las guerras y del exterminio físico de los seres humanos.

El interés central de las grandes corporaciones y del sistema capitalista es la recuperación de las tasas de ganancia, contando para ello con la apropiación de los gobiernos en alianza con las empresas transnacionales. «Aquí en Brasil, la legitimación de las empresas transnacionales ha costado vidas», afirma Bernadete, quien cita como ejemplo el crimen cometido por Vale en su estado, en la ciudad de Brumadinho, en 2019, que mató a 272 personas y destruyó la cuenca del río Paraopeba. Además, las consecuencias alcanzaron a miles de personas.

En contra de este escenario, Bernadete Esperanza llamó la atención sobre la resistencia y las luchas para la construcción de una sociedad diferente, que está viva en diversos sectores de la clase trabajadora, de los movimientos populares, de los pueblos originarios y tradicionales, entre otros, especialmente entre las mujeres.

«Estamos aquí para construir una perspectiva de unidad que incorpore al sujeto político mujer como parte de un proyecto, a partir de los pueblos, incorporando el feminismo como parte de la estrategia. Para construir un proyecto de unidad, es necesario reconocer nuestra diversidad, diferencias, pero las diferencias no pueden convertirse en desigualdades».

Solo será posible vencer a nuestro principal enemigo, el capitalismo, «si somos capaces de reconocer a los diversos sujetos como parte de este proceso», ya sea desde el punto de vista de las contribuciones teóricas, ya sea desde las prácticas. «La unidad es urgente y necesaria. Solo derrotaremos al imperialismo si logramos construir esta perspectiva de unidad. Y la unidad no puede ser solo en eventos, necesitamos construir una agenda de luchas y movilizaciones que nos coloque en una acción constante para derrotar al imperialismo», completó la militante feminista.

Karin Nansen, presidenta de la organización Amigos de la Tierra de América Latina y el Caribe (ATALC), explicó la contradicción capital versus vida, denunciando el «conflicto que genera efectos nefastos de la acumulación de capital frente a la supervivencia de los pueblos». Para ella, está claro que el sistema capitalista se construyó sobre bases de esclavitud, genocidio, ocupación, desalojos, destrucción de conocimientos y devastación de la naturaleza. «Como consecuencia de este sistema, la vida está en una situación límite, hay serios riesgos de no retorno».

En su intervención, Karin afirmó además que, con el aumento de la injusticia, «aumentan también los ataques a los sistemas ecológicos, aumenta la injusticia, la concentración de la riqueza, la precarización de la vida y las migraciones forzadas, poniendo en riesgo la vida en nuestro continente y en el planeta». Para ella, «no todos somos responsables de las crisis, pero todos, sin distinción, estamos sometidos a sus efectos». Y añade: el origen de las crisis es común, la injusticia; ya sea la crisis social, económica, ambiental, del hambre, de la diversidad, climática.

Es necesario organizar al pueblo y fomentar las luchas para defender «la vida de las personas, de la clase trabajadora, especialmente el trabajo y el cuerpo de las mujeres». A partir de esta frase, Karin habló sobre las violaciones de derechos como efectos de la acumulación de capital. «Para expandirse, el capital atraviesa a los pueblos, masacra los pueblos, porque son los pueblos los que imponen resistencia”.

Marilin Peña, directora del Centro Martin Luther King Jr (CMLK/MAR), de Cuba, denunció al capitalismo como “un problema del que llevamos hablando muchos años, con crisis, decadencia, agonizando. Necesitamos entender cada vez más qué nuevos mecanismos ha utilizado para reinventarse, porque solo conociendo los mecanismos de reinvención del capital, podremos enfrentar a ese monstruo que es el imperialismo”. Para la militante cubana, vivimos un momento de transición de hegemonía, en el que la batalla cultural ha ocupado un lugar central, con la guerra de emociones, subjetividades y desinformación.

“Tenemos la necesidad de concienciarnos de cómo funciona y se reproduce este capital desde la cooptación de nuestros sentidos. “El capitalismo quiere que no pensemos, quiere anular los pensamientos alternativos”, y, por eso, es fundamental entender que no es posible cambiar o superar las crisis del capitalismo.

Peña hizo mención a las canciones y la mística de apertura de la Jornada, capaces de emocionar y convocar a la acción. Pero, provocó: “¿Qué ha emocionado al pueblo en general? Estamos en disputa permanente. Tiene que ver con el proyecto de dominación del capital, y el proyecto de emancipación que queremos, y lo que queremos como sociedad alternativa”. Sin duda, tenemos que enfrentar la crisis ambiental, energética, alimentaria y también de valores, enfatizó.

Cuba también enfrenta grandes desafíos, pero sigue resistiendo gracias también a la solidaridad y a la capacidad de resistir, dice la militante. “Como países en resistencia, tenemos el desafío de no dejar de resistir, buscar algo nuevo, con creatividad, porque necesitamos otro mundo, donde la vida esté en el centro”, completa. “Este clima de la jornada es importante para buscar maneras de integrar lo que estamos creando, las buenas prácticas organizativas, nuestras agendas de lucha”.

La conferencia también contó con Rafael Freire, Secretario General de la Confederación Sindical de trabajadores/as de las Américas y que representó a la comisión organizadora de la Jornada. “Aquí podemos tener diferencias, pero no tenemos enemigos, construir unidad es el punto central que debemos tener como objetivo”, dijo reforzando la unidad social y política presente como objetivo de este encuentro.

También explicó que el capitalismo vive crisis cíclicas, múltiples, que se agravan con la quiebra del neoliberalismo. “Esto quedó muy claro en la pandemia. El discurso neoliberal fue vencido por la realidad. Estamos en un dilema civilizatorio: ¿vamos a retroceder como civilización o vamos a superar esta crisis y construir algo diferente de esta origen de los problemas que tenemos hoy? No está en juego solo el modelo económico, están en juego los derechos conquistados a lo largo de décadas”.

Para él, la elección es simple y la decisión debe ser firme: “O luchamos por la defensa de nuestras conquistas civilizatorias o estamos sujetos al retroceso civilizatorio”.

“No hay salida dentro de las fronteras nacionales, o integramos nuestros países o no tendremos fuerza frente al escenario internacional. En los movimientos también necesitamos unidad, vencer las diferencias que tenemos, necesitamos unirnos, nos unimos o seremos derrotados. No hay salida sola, o tenemos una visión generosa y comprendemos que no hay ningún movimiento más importante que el otro o seremos derrotados”.

Al final de su discurso, Rafael convocó a la formación de agendas unitarias, apeló para que todos tengan una mirada de generosidad para el contexto que afecta a todos y todas indistintamente. “Tenemos la confianza de estar juntos, vamos a construir una democracia real, participativa, por manos del pueblo organizado, vamos a salir unidos de aquí para construir la cooperación y la integración.

Programación general

En el período de la tarde, la programación siguió con mesas temáticas que abordaron temas como: el avance de la extrema derecha y las amenazas a la democracia; las crisis del capital, neoliberalismo y la ofensiva sobre los bienes comunes de los pueblos; ofensiva sobre los derechos sociales; y hegemonía cultural del capital y la crisis de valores.

Al final del primer día de jornada, se lanza el libro “Contra el Sionismo”, del periodista Breno Altman, y luego el acto político-cultural en solidaridad con Cuba, Venezuela y Palestina, que tendrá entre otras atracciones al dúo cubano Buena Fe.

En el segundo día de la jornada (23/02), la conferencia de la mañana abordará el tema “Desafíos de la integración latinoamericana y caribeña, con la participación de la vicepresidenta de Colombia, Francia Márquez, además de Juan Grabois, precandidato a la presidencia de Argentina y dirigente de la Frente Patria Grande, Roberto Baggio, del Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST), e Irene León, de la Red de Intelectuales en Defensa de la Humanidad (RedH).

Las mesas temáticas de la tarde siguen los mismos temas del día anterior, pero en lugar de trazar un diagnóstico en torno a los ejes temáticos, presentarán propuestas.

La jornada termina con la publicación de una carta de compromisos y un acto político con líderes continentales, con la participación confirmada de Pepe Mujica, ex presidente de Uruguay.

Por Marcos Corbari e Ednubia Ghisi 

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