En este 30 de marzo de 2023, Día Internacional de las Trabajadoras del Hogar, la CSA reconoce y celebra junto a cada trabajadora y trabajador doméstico y del hogar, la lucha incansable por lograr mejores condiciones en sus derechos laborales, un salario mínimo e igualdad salarial entre hombres y mujeres por trabajo de igual valor, en el marco de los parámetros del trabajo decente.
Reivindicamos políticas públicas que respeten una adecuada división sexual del trabajo, el debido valor del trabajo doméstico y del hogar como uno de los espacios donde se ejercen trabajos de cuidados directos e indirectos y constituyen una parte esencial en la fuerza del trabajo de cuidados a nivel mundial.
Celebramos la reciente victoria de las trabajadoras domésticas y del hogar en República Dominicana quienes han logrado la puesta en práctica del Convenio 189 de la OIT, la obtención de un salario mínimo nacional para el sector, disposición de un contrato de trabajo inscripto en la Dirección General de Trabajo del Ministerio de Trabajo, la regulación de las jornadas de trabajo, el descanso semanal y el derecho a vacaciones y la inclusión de las trabajadoras/es domésticos en el Sistema Dominicano de Seguridad Social. Además de los esfuerzos que realizan paises como Colombia, Méjico, Argentina, Perú entre otros específicamente en generar políticas públicas en el marco de establecer trabajo decente para clase trabajadora del sector doméstico y del hogar.
Instamos a los países de las Américas que ratifiquen el Convenio 189 de la OIT e implementen las normas para garantizar espacios de trabajos seguros, la debida protección social y laboral de todas las trabajadoras del hogar. Establecer Sistemas Nacionales de Cuidados que contemplen la salud y seguridad laboral de quienes nos cuidan.
Apoyamos la lucha de este sector frente a la erradicación del trabajo infantil y del trabajo forzoso que afecta a niñas y adolescentes en el sector doméstico y del hogar. La persistente lucha por la eliminación de todas las formas de violencia y acoso sufridas dentro de los hogares como parte del mundo del trabajo.
Las trabajadoras domésticas y del hogar son uno de los componentes fundamentales para la reorganización de los cuidados. Por ello es importante reconocer y visibilizar el trabajo no remunerado realizado mayoritariamente por mujeres en los hogares y poner en valor su contribución al desarrollo y su peso social y económico.
Por una debida Protección Social para las trabajadoras domésticas y del hogar, sobretodo aquellas que son más vulnerables, con las múltiples interseccionalidades en ser migrantes, población de pueblos originarios, afrodescendientes y/o juventudes.