La Confederación Sindical de trabajadores y trabajadoras de las Américas (CSA) rechaza el asesinato de Dom Philips, periodista que trabajaba para el diario “The Guardian”, y el indigenista Bruno Pereira.  Ambos estaban desaparecidos en la Tierra Indígena de Vale do Javari (Amazonia-Brasil) desde el 5 de junio.
En el marco de esta barbarie, indígenas volvieron a denunciar al presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, en la Corte de La Haya, en una actualización de la denuncia de 2021. La Articulación
de los Pueblos Indígenas de Brasil (APIB) acusa a Bolsonaro de delitos de genocidio, lesa humanidad por exterminio, persecución y otros actos inhumanos, incluida la negligencia en las
búsquedas del indigenista y del periodista.
Las políticas ambientales de Bolsonaro dañan el interés nacional. La devastación de la floresta amazónica ha aumentado exponencialmente en los últimos años y la seguridad de los pueblos originarios está en jaque con la política intencionada de desmantelamiento de instituciones brasileñas reconocidas internacionalmente en la lucha por los pueblos indígenas y el medio ambiente.
La CSA también repudia el acoso a la libertad de prensa. Brasil, gobernado por Bolsonaro, es un símbolo de agresión contra los periodistas. El país ocupa el puesto N.º 110 en el ranking
mundial de libertad de prensa y registró 430 casos de violencia contra la categoría en 2021, siendo el presidente Jair Bolsonaro el principal agresor.

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