El viernes (26/11) la Confederación Sindical de trabajadoras y trabajadores de las Américas (CSA) realizó el “Evento Continental: Cooperación al Desarrollo, Agenda 2030 y Acción Sindical”.
La actividad propuso una mirada crítica de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y la Agenda 2030, mediante el debate e intercambio sobre el modelo de desarrollo de nuestros países más allá de la sostenibilidad económica y la acumulación de capital. O sea, teniendo presente también la sustentabilidad ambiental, el carácter democrático de las relaciones político-económicas y el modelo de producción y consumo.
El evento online se hizo con el apoyo de la Oficina de Actividades para los Trabajadores (ACTRAV) de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y estuvo precedido por tres seminarios sub-regionales. La apertura estuvo a cargo de la Secretaria de Desarrollo Sustentable de la CSA, Bárbara Figueroa, que aseguró que “no es posible la agenda ODS sin la participación de los sindicatos”.
Luego de recibir los saludos y palabras de la Directora de ACTRAV, María Helena André, se dio paso a la Directora de Igualdad y responsable de las políticas de trabajo y ODS de la Confederación Sindical Internacional (CSI), Paola Simonetti. La dirigente dijo que estos encuentros deben caminar hacia “mejorar la incidencia sindical sobre los ODS, utilizándolos como puerta de entrada para fortalecer las reivindicaciones sindicales claves que son parte de la Agenda 2030”.
También participó de la apertura el Secretario General de la CSA, Rafael Freire. En sus palabras de inicio expresó: “frente a la crisis y la pandemia, los ODS se transforman en una agenda de emergencia, de resiliencia y recuperación”, y enfatizó que se debe acelerar la implementación de esos Objetivos. Freire agregó: “nuestra perspectiva ante cualquier agenda de Naciones Unidas debe partir de la defensa a la democracia; no concebimos un escenario de la Agenda 2030 en ambientes y gobiernos autoritarios”.
Como consta en el documento de la CSA “El desarrollo sustentable en disputa” , que fue discutido en los seminarios sub-regionales y presentado en la sesión continental: “la CSA ha defendido la necesidad de pensar la región en la clave del desarrollo sustentable, es decir, la sustentabilidad condicionada a los intereses democráticos de las mayorías populares, la centralidad de los bienes comunes y los derechos humanos”.
La presentación del resumen ejecutivo de este documento en el evento del viernes estuvo a cargo de Figueroa. Uno de los puntos centrales de esta presentación fue el reconocimiento de la presencia histórica de los sindicatos en las negociaciones de la ONU, que ha contribuido a superar la falsa dicotomía entre generación de empleo y justicia ambiental, a través de la agenda de trabajo decente.
Otro de los puntos destacados fue que los ODS avanzan, pero de manera insuficiente. Uno de sus mayores problemas es el rol central que se atribuye al capital y la incidencia de las grandes corporaciones. Esto genera una legítima preocupación por la cooptación o privatización de la cooperación internacional para el desarrollo.
La CSA ha construido de manera colectiva una herramienta muy potente y que va más allá de los ODS, la Plataforma de Desarrollo de las Américas (PLADA), que no solo tiene metas y objetivos puntuales, sino que disputa el desarrollo con un modelo alternativo y propone cambios estructurales.
El ODS número ocho sobre trabajo decente y crecimiento económico parece, a simple vista, ser el más pertinente para la clase trabajadora. Sin embargo, como bien lo explicó Figueroa, “debe vincularse a otros ODS que permitan visibilizar la necesidad de la superación de la desigualdad”. Por ejemplo, con el ODS número uno: poner fin a la pobreza, el ODS número cuatro: garantizar una educación de calidad, el ODS número cinco: lograr la igualdad de género, entre otros. Es necesario transversalizar la mirada del trabajo en el centro.
Entre los ODS y las realidades en cada país hay una gran distancia y en muchos casos contradicciones. Incluso dentro de los organismos multilaterales existen relaciones asimétricas. Por eso hay que trabajar en la participación de actores que no sean del ámbito privado y saber que los responsables últimos de su implementación son los Estados.
El Evento Continental también expresó la necesidad de instrumentos que no solo sean declarativos sino vinculantes, con un marco institucional eficaz y una dimensión práctica. El centro debe estar en el diálogo social efectivo, “no hacerlo es clara señal de fracaso”, señaló Figueroa. Los ODS y la Agenda 2030 presentan riesgos y oportunidades, por eso la formación y mirada crítica en el tema es tan necesaria.
Posterior a la presentación del documento “El desarrollo sustentable en disputa” se presentó la encuesta realizada a las centrales sindicales, en la que se destacaron los siguientes datos: participaron 22 centrales de 16 países, el 86.4% trabajan sobre los ODS y la Agenda 2030 en su acción sindical. En la encuesta también se consultó si los ODS han ayudado a promover el Trabajo Decente y ¿Cuáles son los principales obstáculos para la implementación de las ODS en la realidad de su país? Las respuestas más usuales fueron: voluntad política, pandemia, pobreza, desempleo, gobierno y diálogo.
Luego de la presentación de la encuesta se abrió el espacio a la participación de las centrales participantes. La CUT de Brasil planteó que cada país tiene dificultades específicas y los ODS son muy amplios, y desde la CTA de Argentina compartieron la iniciativa local PAMPA 2030.
En tanto, para la CUT Perú, “esto es un conjunto de políticas del multilateralismo, y surgen en respuesta a las luchas que desarrollan los pueblos en cada uno de los países. Desde el punto de vista neoliberal del capital buscan mecanismos para continuar haciendo lo mismo y desde el punto de vista de las sociedades estamos buscando los cambios que necesitamos”.
La UGT de Brasil dejó claro que “sigue siendo una tarea de primer orden la correlación de fuerzas”.
Antes del cierre de la actividad con el lanzamiento de un audiovisual sobre la PLADA y la Agenda 2030, Figueroa aseguró que “el debate no se acaba aquí”. “Las diferencias de nuestros territorios no son una adversidad, son una riqueza, pero tenemos que saber trabajarlas”, reflexionó.
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Video disponible en inglés, francés y portugués en videos PLADA y Agenda 2030.