La Confederación Sindical de trabajadoras y trabajadores de las Américas (CSA), que representa a más de 55 millones de personas trabajadoras en el continente, saluda al Consejo Ejecutivo de AFL-CIO, que eligió hoy (20/08) a Liz Shuler, una líder visionaria y sindicalista desde hace mucho tiempo, para servir como presidenta de la federación de 56 sindicatos y 12,5 millones de miembros. Shuler es la primera mujer en ocupar el cargo en la historia de la federación laboral. El Consejo Ejecutivo también eligió al vicepresidente internacional de United Steelworkers (USW), Fred Redmond, para suceder a Shuler como secretario-tesorero, el primer afroamericano en ocupar el puesto número dos.

Rafael Freire, secretario general de la CSA, puntualizó que “la elección de Fred Redmond es un motivo de enorme contentamiento ya que Fred Redmond es el actual presidente de la CSA. La presencia de Fred como secretario-tesorero fortalece el movimiento sindical de EE.UU. y fortalece el movimiento sindical de las Américas”. Tefere Gebre continuará como vicepresidente ejecutivo, completando el equipo de oficiales más diverso que haya liderado la AFL-CIO.

La elección de Shuler y Redmond se produce después del fallecimiento inesperado y prematuro de Richard Trumka, quien se desempeñó como presidente de la AFL-CIO desde 2009 hasta su muerte el 5 de agosto, culminando una carrera de más de 50 años de dedicación a los sindicatos y al pueblo trabajador de Estados Unidos. Rafael Freire, celebró la elección del nuevo equipo de liderazgo: “Después de la inesperada partida de nuestro compañero Trumka, considero que la AFL-CIO eligió el mejor grupo de dirigentes para continuar el legado de Trumka y avanzar en las transformaciones sindicales necesarias en los EE.UU. y en las Américas”.

Shuler puntuó la importancia de eso momento para las transformaciones sociales: “Me siento honrada y lista para guiar a esta federación hacia adelante”, dijo Shuler después de su elección. “Creo que el movimiento obrero es la mayor fuerza organizada para el progreso. Este es un momento para que lideremos las transformaciones sociales, para aprovechar nuestro poder para llevar a las mujeres y las personas afrodescendientes al centro del trabajo, en nuestros sindicatos y en nuestra economía, y para ser el centro de un crecimiento sindical sin precedentes”.

 

 

 

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