La CSA, Confederación Sindical de Trabajadoras y Trabajadores de las Américas (CSA), que representa a más de 55 millones de personas trabajadoras en el continente y es la expresión regional de la Confederación Sindical Internacional (CSI), celebra y reconoce el histórico acuerdo firmado por el Foro de Centrales Sindicales de Brasil con el gobierno venezolano para optimizar y ampliar el suministro de oxígeno hospitalario en Manaos. Las Centrales llevarán a cabo la movilización del trabajo logístico que el ministro de Salud no pudo realizar y la acción diplomática que abandonó Brasil en el gobierno de Bolsonaro al atacar a países hermanos como la República Bolivariana de Venezuela.

La CUT y el Foro de Centrales Sindicales de Brasil (CUT, Força, UGT, CTB, CSB, NCST), que en conjunto representan dos tercios de los trabajadores brasileños, firmaron el histórico acuerdo con el gobierno venezolano para ampliar el suministro de oxígeno. La capital de Amazonas enfrenta una de las condiciones pandémicas más dramáticas de Brasil, debido a la falta de este insumo esencial para los pacientes hospitalizados con COVID-19.

“Este acuerdo es un logro del movimiento sindical, de la clase trabajadora. Demuestra, una vez más, que sabemos actuar ante un gobierno federal incompetente y criminal, para salvar la vida de los trabajadores, también muestra la solidaridad entre países latinoamericanos, entre Brasil y Venezuela, ante una crisis de salud que azota a nuestro país. Haremos todo lo que esté al alcance de la CUT y del Foro Central para evitar que los trabajadores mueran por falta de oxígeno. Todo el agradecimiento al pueblo venezolano y al presidente Nicolás Maduro”, dijo Sérgio Nobre, el líder de la CUT Brasil, que fue uno de los interlocutores con el gobierno de Venezuela.

Venezuela suministrará 80.000 litros semanales de oxígeno hospitalario a la capital de Amazonas. «Es un intercambio, eso se llama solidaridad de clases», dijo el ministro de Reacciones Exteriores venezolano, Jorge Arraeza. Ricardo Patah, presidente de UGT, hablando en nombre de los participantes brasileños, dijo que “fue un encuentro histórico a favor de la vida, la salud y el empleo. Es un gran gesto de solidaridad de los trabajadores de ambos países”.

Rafael Freire, secretario general de La CSA, afirmó que “acuerdos cómo estos son fundamentales para la unión y la integración de nuestros países y para garantizar los derechos básicos de nuestras poblaciones”.

 

 

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