São Paulo, 16 de enero de 2019

Chile: CSA condena el despido de 180 trabajadoras/es de Unilever

La Confederación Sindical de trabajadores y trabajadoras de las Américas (CSA), expresión regional de la Confederación Sindical Internacional (CSI), condena la postura de la multinacional de origen británico-holandesa Unilever, que el 2 de enero 2019 despidió a más de la mitad de las/os trabajadoras/es en el centro de distribución de Lampa, en la provincia de Chacabuco, Chile – no sólo sin ningún aviso previo, sino que en el medio de vacaciones y jornadas extraordinarias programadas y firmadas hasta marzo de este año.

Unilever ha alegado que el motivo de la revocación en masa es la externalización de funciones de distribución, de las cuales la empresa ha mantenido el control por 60 años. Así que ese caso es una evidencia más de que bajo el argumento de adaptación a la producción flexible y la competitividad lo que las grandes empresas que dominan esas cadenas globales impulsan son redes de subcontratación. Esas redes contribuyen a la tendencia hacia el desempleo, la precariedad e informalidad laboral, amenazando los avances logrados históricamente respecto a la protección de las/os trabajadoras/es, en especial las negociaciones colectivas.

Los despidos afectan al 48% de la base del Sindicato Nº1 de Unilever, miembro de nuestra afiliada la CUT Chile y el sindicato del sector industrial más antiguo de Chile. Luego del cierre de dos plantas en 2005, la empresa y la CUT firmaron un acuerdo ante el Punto Nacional de Contacto de la OCDE en Chile. En la sesión de ese documento que dice respecto a la externalización o establecimiento de subcontrataciones para los servicios de Distribución, la empresa garantiza “que cualquier eventual cambio en esta materia será informado al Sindicato número 1 con una antelación de al menos 6 meses”.

La CSA rechaza la violación por Unilever de ese acuerdo, así como la práctica gravemente antisindical de intentar llegar a un acuerdo de salida con trabajadores y trabajadoras a espaldas del sindicato. Entre las premisas del acuerdo de 2005 “la Empresa sostiene haber reconocido siempre […] el rol insustituible que el sindicato tiene derecho a jugar en cuanto representante de los trabajadores”. Repudiamos la hipocresía de la contradicción entre esas palabras y las prácticas de Unilever, una de las empresas más grandes del mundo frente a la cuál las/os trabajadoras/os se enfrentan solas/os.

La CSA se solidariza con el Sindicato Nº1, los trabajadores despedidos y las 180 familias afectadas y demanda una actuación firme del gobierno chileno para exigir a la empresa el cumplimiento de sus obligaciones laborales y cesar sus prácticas antisindicales. Igualmente llamamos la atención a los organismos internacionales como la OCDE y la OIT, a que se pronuncien frente a la responsabilidad de la empresa Unilever y sus compromisos a nivel internacional.

Víctor Báez Mosqueira
Secretario General

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