São Paulo, 09 de enero de 2019
La CSA ratifica su compromiso con la paz, la democracia y la soberanía en Venezuela
La Confederación Sindical de trabajadores y trabajadoras de las Américas (CSA), que representa a más de 55 millones de trabajadoras/es en el continente, expresa su profunda preocupación ante el escenario complejo que se anuncia en Venezuela ante la toma de posesión el próximo 10 de enero del presidente electo Nicolás Maduro. En tal sentido expresa lo siguiente:
Las elecciones fueron parte de una negociación con la oposición venezolana, en la que acordaron su anticipación para el 20 de mayo de 2018 y contaron con el acompañamiento de gobiernos, organismos electorales y personalidades internacionales, como el ex presidente de España José Luis Rodríguez Zapatero. Su realización implicó la participación del 49% de los/as electores/as inscritos/as para votar. El presidente Maduro obtuvo una votación del 67,8%, 31% del padrón electoral. La oposición democrática estuvo representada por 3 candidaturas que sumaron los votos de 21% de los votantes. Estos datos son comparables e incluso superiores al promedio de otros procesos electorales en la región y en el mundo.
La voluntad democrática del pueblo venezolano debe ser respetada. Ningún poder externo, ni grupo de países puede abrogarse el derecho a determinar la legitimidad de los procesos electorales cuando la mayoría de la población expresa su voluntad y sus resultados son reconocidos por las instituciones nacionales involucradas. Cualquier pretensión de desconocer el mandato del presidente Nicolás Maduro representa un acto de injerencia y en nada contribuirá a la superación de la grave situación social y económica por la que atraviesa Venezuela y que afecta a la población.
La declaración contra la toma de posesión del presidente Maduro, emitida por el llamado Grupo de Lima, instancia sin ninguna legitimidad internacional, conformada por gobiernos conservadores y de ultraderecha, responsables en sus países de políticas antipopulares, violadoras de los derechos humanos y con criminalización de los movimientos sociales, pone en evidencia la falta de moral de estos gobiernos, así como su papel de instrumento de los intereses imperiales en la región, por lo que debe ser condenada.
La superación de los graves problemas de Venezuela requiere de condiciones políticas e institucionales estables, por lo que es urgente fortalecer el diálogo social, con participación de todas las organizaciones políticas y sociales, incluyendo a las organizaciones sindicales, con apego a la constitución y las leyes. El gobierno de Venezuela y todas sus instituciones deben abocarse a la tarea urgente de atender a su población para paliar los efectos de la crisis económica y el deterioro de los servicios públicos. También es determinante que cesen las sanciones económicas y financieras impuestas ilegalmente por el gobierno de los EE.UU. y la Unión Europea, que han profundizado el cuadro de sufrimiento del pueblo venezolano.
Continuamos insistiendo en la responsabilidad de la comunidad internacional, sus instituciones legítimas y que todos los gobiernos tienen para contribuir a la superación de la crisis venezolana, procurando el diálogo efectivo entre el gobierno y la oposición democráticas, con apego a los principios de no injerencia y respeto a la soberania.
Condenamos cualquier medida diplomática, económica o militar que ponga en riesgo la paz de Venezuela y de toda la región.
Confederación Sindical de trabajadoras/es de las Américas (CSA)