Con una duración de 4 días – entre el 6 y el 9 de noviembre –, en esta primera fase del curso docentes de Relaciones Internacionales de la Universidad Federal del ABC (UFABC) y otras/os especialistas en el área administraron clases para 40 trabajadoras y trabajadores de seis ramas diferentes: químicos/petroleros, rurales, bancarios y de los sectores eléctrico y de la confección. El objetivo general del curso es el de construir un proceso de formación en el tema de la democratización energética.

Entre las/os trabajadoras/es presentes, estaban representantes de la Federação Única dos Petroleiros (FUP), de los Metalúrgicos do ABC y de la Confederação Nacional do Ramo Químico da CUT (CNQ-CUT). También participaron representantes del Movimiento de los Afectados por Represas(MAB, por sus siglas en portugués).

En la apertura del curso, los profesores de la UFABC presentaron el contexto mundial y de América Latina sobre la energía, con enfoque en la realidad brasileña, destacando también las demás cuestiones que rodean la política local, como el golpe de 2016 y su impacto para los tiempos actuales y la elección presidencial de este año, que representa una dura amenaza a la democracia y graves retrocesos en varios ámbitos.

En el abordaje del tema central, la democratización energética y el mundo del trabajo, se discutieron cuestiones sobre el pré-sal (la reserva de petróleo más importante de Brasil) y los procesos de privatización en los sectores petrolífero, hidroeléctrico y también en las llamadas «nuevas matrices energéticas renovables», que son la energía eólica, procedente del viento, y la solar. En ese contexto, fueron presentadas las consecuencias de las privatizaciones para la clase trabajadora, siendo una de ellas la precarización en las relaciones de trabajo, representada por la tercerización y cuarterización de mano de obra, que resulta en una mayor dificultad de organización sindical entre las trabajadoras y trabajadores.

Para el coordinador político de la CSA, Iván González, «es importante conocer cómo funciona la dinámica económica y el papel de la energía en este juego. Saber que la energía forma parte de una disputa global, que explica mucho de la geopolítica y también de la disputa que está ocurriendo en Brasil», afirmó.

De acuerdo con Daniel Gaio, secretario de Medio Ambiente de la CUT Brasil, la idea del curso es tener una visión más global desde el punto de vista de las/os trabajadoras/es de diferentes ramas sobre la democratización energética y avanzar para que los próximos módulos tengan un enfoque más regional en América Latina, y para que otros sectores sean incorporados, principalmente el del transporte, que tiene una alta demanda de energia.

«Está cada vez más clara la importancia de la centralidad del tema de energía en la política y en el movimiento sindical. Algunas categorías, como la de los trabajadores del saneamiento, los del sector energético y los petroleros, ya están incorporados en el debate y la lucha, pero no son sólo los trabajadores afectados directamente con la explotación de nuestras riquezas que deben estar preocupados; toda la población brasileña será impactada», explicó Gaio.

Para Daniel Angelim, asesor de Medio Ambiente de la CSA, «el curso es una referencia importante para que la discusión sea reproducida en otros países de la región».

Finalmente, Iván González afirmó que «los sindicatos y movimientos sociales brasileños salen de esta experiencia con fuerzas para contribuir en la disputa frente al modelo autoritario, antidemocrático, que prioriza el lucro y el poder de las empresas, principalmente las transnacionales».

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