25 de noviembre, 2018. La CSA y su CMTA reconocen que la violencia contra las mujeres es una de las más graves causas de vulneración de los derechos de humanos, de los derechos fundamentales y libertades públicas, por lo cual se reafirma, nuestro firme compromiso de lucha para prevenir y erradicar esta problemática.
La inequidad en el trabajo, la discriminación y la división sexual del trabajo son la mayor expresión las desigualdades de género en la sociedad. Las brechas de género económicas, sociales, culturales y simbólicas derivadas de esta situación, ponen a las mujeres en clara desventaja frente a los hombres en el acceso, la promoción y la permanencia en el mundo laboral.
El estatus y las relaciones de poder desiguales en la sociedad y en el trabajo hacen que muchas veces la mujer resulte más expuesta a la violencia y el acoso. La violencia contra la mujer crea desigualdad, afectando el bienestar de las generaciones actuales y futuras.
Este tipo de violencia en el mundo del trabajo adopta múltiples formas de abuso de poder por parte del empleador, que abarcan el maltrato físico, incluyendo agresiones, tentativa de homicidio y femicidio; violencia sexual, incluyendo violación y abusos sexuales; agresión verbal y sexista; hostigamiento; maltrato psicológico e intimidación; acoso sexual; amenazas de violencia y acecho. Estas son formas de violencia y acoso, las cuales generan directamente una afectación de maltrato, persecución, discriminación, entorpecimiento, inequidad y desprotección el ámbito del laboral sin importar el grado o nivel de violencia y extensión en el tiempo.
Ante esto, consideramos que un Convenio acompañado por una Recomendación de la OIT enviaría un mensaje firme de que la violencia NO forma parte del trabajo. Ayudaría a dar voz a los trabajadores/as para oponerse a la violencia de género, y para negociar convenios colectivos que abordan el problema de la VdG. También, ayudaría a que trabajadores y empleadores se pongan de acuerdo para adoptar políticas destinadas a prevenir, sancionar y eliminar la VdG en el lugar de trabajo. Empoderaría a las trabajadoras para emprender acciones.
Para la CSA y el CMTA, eliminar la violencia contra las mujeres es una prioridad, por lo que se han comprometido a poner fin a la violencia contra las mujeres, impulsando y apoyando activamente las campañas contra la violencia de género y lograr la igualdad de género en el hogar, el lugar de trabajo, la comunidad, la economía y toda la sociedad en general.
Hacemos un llamado para realizar 15 días de acción en el marco de la campaña Alto a la violencia y acoso contra las mujeres en el mundo del trabajo; para poner fin a la violencia contra las mujeres y llevar la protesta a la acción. La violencia y el acoso en el mundo del trabajo constituyen una violación de los derechos humanos y una amenaza contra la dignidad, la salud y la seguridad de las mujeres, contraria a los acuerdos internacionales en la materia.
Fortalezcamos al llamamiento a la acción local y mundial para comprometer a los Gobiernos de que continúen apoyando un Convenio y una Recomendación de la OIT sobre “Violencia y acoso contra las mujeres y los hombres en el mundo del trabajo”.