Luego de 8 meses de proceso, y previo acuerdo con el Movimiento Sindical y Popular Autónomo Guatemalteco y la coordinación de los Sindicatos Globales de Guatemala, concluye con éxito el proceso de formación sobre “EMPODERAMIENTO, PARTICIPACIÓN Y FORTALECIMIENTO DEL LIDERAZGO DE MUJERES SINDICALISTAS E INDIGENAS EN GUATEMALA. Promoviendo los convenios 87, 98, 169 Y 189 DE LA OIT”.

El diagnóstico de partida, identificó que en Guatemala, el ejercicio del liderazgo de las mujeres se ha visto limitado por factores como la ya conocida violencia antinsidical y la falta de libertad sindical para toda la clase trabajadora, donde las mujeres también sufren de manera intensa sus consecuencias; unido a ello, existen elementos culturales-patriarcales, formas de comunicación; subjetividad y la autoestima; limitantes a la autonomía física y económica; la violencia de género; poco conocimiento de sus derechos y de los mecanismos para su defensa, así como por la carencia de redes de apoyo entre el mismo género.

Este proceso ha consistido en un programa desarrollado en sesiones preparatorias y seis(6) Módulos de formación, que se orientaron a elevar el liderazgo de 30 mujeres sindicalistas de los bloques sindicales; lograr fortalecer espacios propios, mejorar su empoderamiento, sus capacidades para enfrentar los factores de la cultura patriarcal y del modelo institucional estatal, desarrollar un liderazgo asertivo y vínculos de sororidad como género, hacia la construcción de estrategias y alianzas que favorezcan un cambio y avances en el cumplimiento de los derechos laborales de las mujeres en Guatemala, así como incidir en las prioridades establecidas en el Plan Nacional de Desarrollo K’atun: Nuestra Guatemala 2032; la Política General de Gobierno 2016-2020; la Política Nacional de Promoción y Desarrollo Integral de la Mujer (PNPDIM) y su plan de equidad de oportunidades 2008-2023 y contribuir a elevar las capacidades de las mujeres dirigentes para contribuir en la creación y fortalecimiento de instrumentos de consulta y participación y la incidencia en políticas nacional, en el espíritu de las políticas de la CSA/CSI, las estrategias del movimiento sindical guatemalteco y los Convenios de la OIT.

Para la CSA este proceso se inscribe en su política y propuesta de autorreforma sindical y es una contribución concreta para fortalecer la organización sindical en Guatemala; además, de forma específica, contribuye a concretar sus objetivos políticos y sus estrategias en materia de género, sindicalismo e igualdad; a fortalecer la participación efectiva de más mujeres sindicalistas e indígenas guatemaltecas con un mayor empoderamiento y liderazgo y al cumplimiento de los Convenios 87, 98, 169 y a lograr avances sobre el Convenio 189 de la OIT.

En la actividad de conclusión de estos 29 y 30 de noviembre, se concretaron los siguientes logros del proceso:
– Se realizó la socialización de las principales experiencias vividas por las participantes en el proceso y en espacios de representación internacional;
– Se validó y adoptó El PLAN DE IGUALDAD Y EQUIDAD DE GÉNERO EN EL MOVIMIENTO SINDICAL GUATEMALTECO, 2018-2019, construido por las participantes durante los seis talleres, como el instrumento para desarrollar una acción de multiplicación del proceso con otras mujeres sindicalistas y para la incidencia en políticas por la equidad e igualdad dentro de las organizaciones y en políticas públicas;
– Se hicieron acuerdos sobre una estructura mínima de coordinación con una representante propietaria y una suplente de cada uno de los bloques, cuya responsabilidad será rotativa semestralmente con otras compañeras;
– Se hizo entrega del Plan a las Coordinaciones de Sindicatos Autónomos y Globales, CSA-OIT y se acordó desarrollar actividades para su presentación con las bases, así como con otras entidades y autoridades pertinentes para que puedan contribuir en su ejecución.

Este proceso ha resultado altamente satisfactorio para todas las partes, en tanto que, bajo una conducción político metodológica de la CSA, la asistencia técnica y financiera de la OIT, el acuerdo de los bloques sindicales: Movimiento Sindical y Popular Autónomo, Sindicatos Globales de Guatemala y en consulta directa con las propias mujeres participantes, en un corto plazo, se generó las capacidades y habilidades previstas y un alto nivel de desarrollo en el liderazgo de las participantes.

La CSA y la OIT al valorar la experiencia, consideran que es un modelo que debe ser sistematizado y que sus aprendizajes podrían replicarse en otros países, haciendo las adaptaciones que corresponda a cada realidade.

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