La esperanza de avanzar sobre la definición de temas importantes, tales como Contribuciones Previstas y Determinadas a Nivel Nacional (INDC, por sus siglas en inglés) y el proceso periódico de revisión de las ambiciones, estén paralizados por la falta de voluntad política de muchos gobiernos, para llegar a conclusiones positivas para el futuro de toda la humanidad.

Representantes de centrales sindicales de Brasil, Argentina y Republica Dominicana, junto con la CSA, vieron en Bonn otra oportunidad perdida por los países para, de forma multilateral, mitigar los efectos generadas por los cambios climáticos.

Esta es una preocupación alarmante para la región teniendo en cuenta que el impacto del cambio climático en América Latina y el Caribe será considerable por su dependencia económica respecto de la agricultura, la baja capacidad adaptativa de su población y la ubicación geográfica de algunos de sus países en zonas de alta vulnerabilidad ante los eventos climáticos extremos.

Los temas importantes para los sindicatos, como el avance en el cumplimiento de los compromisos sobre la financiación del clima y apoyar a los más vulnerables, además del incremento en las ambiciones de los países en buscar soluciones reales, quedaron fuera de la mesa.

La nota positiva

A pesar de la falta de avances en la parte oficial del proceso, Bonn permitió el espacio para fortalecer aun más la unidad entre diferentes movimientos sociales, grupos ambientalistas y el movimiento sindical. Diferentes grupos de activistas, tales como La Vía Campesina y Amigos de la Tierra Internacional, se sumaran a las propuestas sindicales, asociando la lucha por la Justicia Climática y por Soberanía Alimentaría a necesidad de políticas climáticas con estrategias de Transición Justa.

Acentuamos igualmente la articulación en torno la iniciativa Sindicatos por la Democracia Energética (TUED por sus siglas en inglés). En amplia reunión con presencia de sindicatos de todo mundo, para profundizar las alianzas y debates sobre la relación entre la emergencia energética y la crisis climática, además de las estrategias sindicales para alcanzar la democracia energética y la propiedad de la energía en manos de los pueblos.

La CSA reafirma su prioridad en la movilización de los trabajadores y trabajadores, dentro y fuera del proceso de negociación, como estrategia fundamental para presionar a los gobiernos. La movilización popular y social sigue siendo nuestra fuerza fundamental para enfrentar la crisis.

COP 24: Polonia otra vez

El año de 2018 será clave para evitar seguir perdiendo la batalla contra el cambio climático. La próxima COP que se realizará en Katowice – Polonia, debe dar un paso fundamental para concretar los criterios comunes globales para la implementación del Acuerdo de París hasta 2020, avanzar en los compromisos de financiación del fondo climático verde y, finalmente, concretar un plan de acción concreto y factible para una transición justa.

El movimiento sindical de las Américas estará allí movilizado en la lucha por una transición justa, que apunte a un mundo con igualdad y bienestar social, desarrollo con sustentabilidad ambiental.

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