La CSA junto a miles de militantes de movimientos sindicales y organizaciones sociales venidos de 23 países de las Américas participó en la mañana de este jueves 16, de la marcha y acto de apertura del Encuentro de la Jornada Continental por la Democracia y contra el Neoliberalismo, en Montevideo, Uruguay. Mujeres y hombres, campesinos, indígenas, sindicalistas, estudiantes, ambientalistas y antiimperialistas marcharon junto a trabajadores y trabajadoras de Uruguay para decir “Ni un paso atrás, los pueblos seguimos en lucha”.
Luego de la marcha, Rafael Freire, Secretario de Política Económica y Desarrollo Sustentable de la CSA, junto a otras liderazgos participó del acto representando el movimiento sindical de las Américas.
“Acá estamos reunidos después de este largo caminar que tiene nuestra América por la liberación no solamente de los gobiernos fascistas, capitalistas, sino también en lucha incansable de recuperar la identidad de nuestro pueblo y nuestra clase. Esa es la gran tarea del momento. No somos clase media, somos clase trabajadora de hombres y mujeres que han luchado incansablemente por la defensa de la tierra, de la vida, de la democracia y contra el capitalismo”, afirmó Francisca “Pancha” Rodríguez, de la Via Campesina y de la Asociación Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas de Chile (Anamuri).
Ella enfatizó el protagonismo fundamental de las mujeres y destacó que la lucha no es solo contra el capitalismo, sino también contra el patriarcado: “Es una lucha que todos tenemos que abrazar. Con feminismo habrá socialismo! Y ese es el camino que tenemos que transitar”.
“¡Viva la unidad de los pueblos y la construcción consensuada de una perspectiva de liberación para todos los pueblos del continente y del planeta!”, destacó Marcelo Abdala, secretario general de la central sindical uruguaya, el PIT-CNT. “Será la humanidad quien deberá crear todas las condiciones para la superación de la formación social capitalista que hoy domina el mundo”, dijo.
Unidad contra la ofensiva neoliberal y conservadora
Los golpes de Estado en Honduras, Paraguay y Brasil, el bloqueo económico a Cuba y Venezuela y el creciente protagonismo de la derecha violenta, fascista y al margen de la institucionalidad en todo el continente, son parte de la reacción del capital a los avances que los pueblos de Latinoamérica han tenido en la primera década de este siglo con los gobiernos progresistas.
“¡Fuera Temer y todos los agentes del neoliberalismo mundial!”, alentó Wagner Freitas, presidente de la Central Única de los Trabajadores (CUT) de Brasil, que trajo un saludo del ex-presidente Lula. “Brasil vive un golpe social, judicial, mediático que exige presencia del compañero el tiempo entero para que no se avance más en ese golpe dado contra una mujer, la presidente Dilma, que tuvo 54 millones de votos. Brasil no tiene gobierno, Temer no ha sido elegido. La plataforma que él está poniendo en práctica no fue aprobada por nadie. Dudo que alguien que dijera que iba acabar con los derechos de los trabajadores y vender todas las empresas estatales brasileñas al capitalismo internacional fuera ser elegido. Por eso él es un impostor, no tiene autoridad”.
Freitas argumentó que lo que se está viviendo en Brasil es consecuencia no de los errores en el gobierno, sino de los aciertos, “por la osadía de elegir varios gobiernos en Latinoamérica que tuvieron un comportamiento diferente y se contrapusieron a la total aceptación de los Estados Unidos en el mundo entero”. La creación del bloque BRICS, con Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, que rechaza utilizar el dólar norteamericano como parámetro de la moneda, la creación de un banco mundial y la disputa de espacio dentro de la Organización Mundial de Comercio (OMC), en un claro enfrentamiento al imperialismo es lo que conlleva a los golpes en los varios países del continente y tentativas de inestabilización.
“Osamos, no solo en afirmar que otro mundo es posible, sino al construirlo en la práctica. Se está creando la conciencia de que tenemos que caminar de cabeza erguida y que tenemos condiciones de presentar soluciones para todos, sociedades más dignas, decentes y plurales. Es una disputa por el comando del Estado, para tomar el derecho de los trabajadores, como hacen con la reforma laboral en Brasil y la tentativa de privatizar la salud y la educación”, afirmó Freitas.
A través de un mensaje de video que envió, Lula destacó que los gobiernos progresistas en la región, en estrecha sintonía con los movimientos populares, supieron promover grandes transformaciones económicas, sociales y culturales en nuestro continente, conquistando dignidad inédita para nuestros pueblos. “No hicimos todo lo que nos gustaría ni todo que era necesario, pero avanzamos bastante en el desarrollo compartido y en la integración de Latinoamérica. Realizamos cambios sin precedentes que hicieron posible continuas victorias electorales de la izquierda en la región. Nuestro continente pasó a hablar con una sola voz soberana y democrática en el mundo”, expresó.
Lula afirmó que el violento golpe contra la democracia y la persecución sistemática al Partido de los Trabajadores y a los partidos de izquierda en Brasil, el desmonte de las políticas de los gobiernos kirchneristas en Argentina, el cerco brutal al pueblo y al gobierno venezolano, los ataques derechistas a los gobiernos de Ecuador, Bolivia y Uruguay, muestran nuevas facetas del neoliberalismo y del conservadurismo que exigen fuerte resistencia y articulación de los movimientos populares. “Ya derrocamos una vez el proceso neoliberal y no tengo dudas de que lo haremos de nuevo”.
Primer día del Encuentro en Montevideo
La primera mesa de debate del Encuentro «Seguimos en Lucha» habló de las resistencias de los movimientos sociales en la región y contó con los aportes de Karin Nansen de Amigos de la Tierra, Gonzalo Armúa, de ALBA Movimientos, Ana Julia, la secundarista brasileña, además de Maria Alejandra Díaz, constituyentista de Venezuela. La mesa fue coordinada por Nalu Farias, de la Marcha Mundial de Mujeres y Fernando Pereira, presidente del PITCNT.
La segunda mesa del día coordinada por Víctor Báez, secretario general de la CSA contó con la importante contribución de Pepe Mujica, ex presidente de Uruguay y de las compañeras Georgina Alfonso, capítulo cubano de MMM y Cindy Wiesner, MMM de EE.UU.
Partiendo de su vasta experiencia, Mujica comenzó admitiendo su obligación de reconocer la diversidad social que caracteriza la composición de la Jornada Continental como proceso y el Encuentro de Montevideo y lo que ello representa ante el desafío de saber conjugar las diferencias para sostener una unidad en la diversidad.
Reconocido como uno de los referentes de la más reciente etapa del progresismo en el continente, expresó que “es importante lo que hacemos y más importantes son los que quedan luego de nosotros”, refiriéndose a la necesidad de que las transformaciones sean sostenidas y crecientes, y no necesariamente dependen de un determinado gobierno de tránsito en el poder.
En su intervención, Mujica hizo alusión al capitalismo como un sistema con la capacidad de generar una cultura egoísta de la que es muy difícil escapar. Por eso, aún cuando un gobierno al llegar al poder con un proyecto de justicia para todos es posible que no logre satisfacer las demandas generadas por esta cultura capitalista.
“El progreso global colectivo de la sociedad es la mayor garantía de felicidad”, expresó, al tiempo que reconoció que la lucha por la soberanía y la independencia son la expresión del viejo grito jacobino por la igualdad.
Con informaciones de la Convergencia de Comunicación de la Jornada Continental en seguimosenlucha.wordpress.com