La Confederación Sindical de trabajadores y trabajadoras de las Américas (CSA), expresión continental de la Confederación Sindical Internacional (CSI), manifiesta su más enérgico repudio a las medidas del gobierno ilegítimo de Michel Temer que atacan la política de combate al trabajo esclavo en Brasil, al dificultar la prevención, fiscalización y sanción del uso de trabajo esclavo, facilitando en la práctica la obtención del lucro a costa de la explotación humana sin ningún tipo de límite moral y legal, lo que constituye una evidente regresión en materia de derechos humanos y un flagrante golpe al Estado Democrático de Derecho.

A 4 días de dimitir al director de la División de Fiscalización para la Erradicación del Trabajo Esclavo (DETRAE), el Ministerio de Trabajo de Brasil creó, por medio de un acto administrativo (Portaria 1.129/17, publicado el 16 de octubre), una serie de reglas por las que, contrariando tratados internacionales de derechos humanos, Convenios Internacionales de la OIT y la propia Constitución y legislación brasileñas, reduce el concepto de trabajo esclavo a situaciones de restricción de la libertad de movimiento y de escolta armada, debilita la consideración de elementos caracterizadores del trabajo esclavo tales como las condiciones degradantes y la jornada exhaustiva, inviabiliza la fiscalización de situaciones de trabajo análogo al trabajo esclavo al limitarlo a casos específicos y extremos, condiciona la inclusión del nombre de los empleadores que utilizan trabajo esclavo en una lista especial (“Lista Suja”) a la determinación expresa del Ministerio de Trabajo.

Este cambio de rumbo de la política brasileña en materia de combate al trabajo esclavo se refleja también en la reducción del presupuesto en el orden de 70% para la fiscalización de trabajo esclavo en julio del 2017.

Con este tipo de medidas, parte del desmonte brutal de la protección de derechos humanos impulsado por el gobierno golpista de Michel Temer, el Estado brasileño ya no será más referencia global en materia de lucha contra el trabajo forzoso, sino, por el contrario, representará un ejemplo grave de falta de compromiso y voluntad política frente al enfrentamiento de la esclavitud contemporánea.

La CSA manifiesta su profunda condena a este tipo de medidas y exige la inmediata revocación del acto administrativo con la que se intenta poner fin a la política de combate al trabajo esclavo en Brasil.

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