El DACA – Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por su sigla en inglés), es un programa creado hace cinco años por el gobierno de Barack Obama que protege de la deportación cerca de 750.000 jóvenes inmigrantes indocumentados que entraron ilegalmente en EE.UU cuando todavía eran niños.

Está política garantiza a los beneficiarios permisos de trabajo temporales y un número de seguridad social por un período de 2 años, con posibilidad de renovación. El gobierno informó que no se aceptaran más solicitudes para el programa a partir del 5 de septiembre.

En comunicado el presidente de la central sindical estadunidense AFLCIO, Richard Trumka, afirmó que la decisión de “quitarle la autorización de empleo a 800.000 jóvenes trabajadores de nuestra sociedad, no sólo está mal, sino también es cruel”. La central también afirma que acabar con DACA fomentará lo abusos contra los y trabajadoras migrantes. «Aumentará el número de trabajadores vulnerables en Estados Unidos y le dará poder a los empleadores para que castiguen. Este acto, que en sí es indefendible, hará que nuestros lugares de trabajo sean menos seguros y menos justos», señala Trumka.

“Este es un ataque directo en contra de los miembros de los sindicatos y los valores de los sindicatos. Este anuncio solo fortalecerá nuestra determinación por borrar las divisiones raciales y demandar cambios a un sistema injusto que solo beneficia a los más ricos y a las corporaciones”, concluye la nota.

“Los sindicatos de América continuaremos luchando por los derechos de los y las trabajadoras migrantes. No aceptaremos la retirada de ningún derecho en ningún país”, afirmó Víctor Báez, secretario general de la CSA, quien felicitó la lucha de la AFLCIO por los derechos de los y las trabajadoras migrantes y de los y las trabajadoras estadunidenses.

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