El golpe contra la clase trabajadora de Brasil que se inició con el juicio político de la presidenta legitima Dilma Rousseff sigue en curso y se profundizó en los últimos días. Las reformas propuestas y aprobadas por el parlamento, más conservador de la historia de Brasil, controlado por empresarios y miembros de partidos involucrados en casos de corrupción, representan el mayor retroceso en las conquistas sociales y laborales de Brasil y del continente.

Propuesta por el gobierno ilegítimo de Michel Temer, la reforma laboral aprobada acaba con la Consolidación de las Leyes de Trabajo – CLT que garantiza el vínculo de trabajo, negociación colectiva, derecho a vacaciones, entre otros derechos históricos de las/los trabajadoras/es, conquistados en casi 80 años de luchas.

Pasados menos de 24 horas de la aprobación de esta reforma, se condena el ex presidente Lula a 9 años y medio de prisión sin ninguna prueba. Esto muestra la coordinación entre el poder judicial, legislativo y los grandes medios de comunicación, maestros del golpe que sigue en curso y que deja claro que el juicio contra Lula es político. Todo eso frente a un proceso de aceptación de una denuncia grave de corrupción, ante el Senado de la República, contra el presidente no electo Michel Temer, sobre quien sí hay pruebas claras.

Manifestamos nuestra solidaridad con el pueblo de Brasil y con el ex presidente Lula. El movimiento sindical de las Américas condena enérgicamente el golpe que sigue en curso en Brasil y llama a que el pueblo siga luchando por la democracia, por el estado democrático de derecho y contra las reformas regresivas y neoliberales. Llamamos también a que todas las organizaciones del mundo que luchan por la democracia se solidaricen con el compañero Lula.

Foto: Ricardo Stucker

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