Del mismo participaron dirigentes sindicales de centrales nacionales y de los Sindicatos Globales. La CSA estuvo representada por Víctor Báez, Secretario General y Amanda Villatoro, Secretaria de Política Sindical y Educación. Participaron también varios intelectuales, especialmente del campo jurídico y sociológico e también la Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcenas.
Por ACTRAV participaron María Helena André, directora, Anna Biondi, vice directora, Hilda Sánchez y Carlos Rodríguez.
Abrió el evento el ex presidente de Uruguay, José “Pepe” Mujica, junto al ministro del Interior de Chile, diciendo claramente que debemos tener suficiente madurez para pensar como especie humana, pues no es posible que en nuestros días se gasten dos millones de dólares por minuto en armamentismo.
De las conclusiones, en general, los puntos más importantes mencionados han sido la necesidad de construcción de un nuevo modelo de desarrollo que sea inclusivo y que se base en la igualdad, en los derechos, en los procesos de integración regional y sub regional y en la justicia social. Hay que poner a las personas en el centro de las políticas. Hay que volver a la política, que es la que puede poner freno al mercado, puede distribuir y solucionar las fallas del mismo. Hay que defender los sindicatos que son actores del cambio.
En el centro también queda la libertad sindical y la negociación colectiva. Se debe seguir discutiendo el papel del estado como garante de la igualdad. Hay que garantizar que este estado sea un “Estado para la sociedad” que deje de garantizar privilegios para unos pocos.
Se habló también de la Agenda 2030 como un referente imprescindible, pues los temas de automatización y robotización deben ser pensados en el marco de un proyecto de desarrollo. Por eso, la Agenda de Desarrollo Sustentable 2030 es un referente civilizatorio y una nueva oportunidad.
Se debatieron muchos otros temas en los diferentes paneles, como el valor y la dignidad del trabajo en un marco colectivo y en el centro de todos los procesos. Asimismo, de la necesidad de construir el futuro del trabajo con una visión local, regional y también mundial, con una visión integrada. Hay que tomar en cuenta el papel de la OIT que es una organización responsable de abogar por políticas hacia la justicia social y debe seguir ejerciendo sin cortapisas su función normativa, que es su propia esencia.
En todo esto se debe seguir insistiendo en los principios que originaron a la OIT, como la justicia social. Aquellos que dieron origen a la propia OIT. Asimismo, Amanda Villatoro insistió en que la OOIT debe jerarquizar más la función de la formación profesional, concretamente CINTERFOR y habló de la necesidad de insistir mucho en la igualdad de género, ya que antes el argumento conservador para pagar menos a las mujeres era que tenían menos formación. Hoy las mujeres tienen mayor escolaridad que los hombres y se les sigue pagando menos.
Víctor Báez sostuvo que hay que volver a centrifugar el debate político, que en este momento se ha centripetado mucho, pues se discute solamente de los aspectos económicos. Dijo que “la mejor manera de centrifugarlo es que, cuando la derecha hable de economía, los sindicatos y los sectores progresistas hablen de derechos. Si la derecha pregunta de dónde se sacará el dinero para pagar esos derechos, que respondamos que hay mucho dinero en las multimillonarias evasiones fiscales y en los flujos financieros ilícitos que empobrecen nuestras sociedades”.