Mientras en los parlantes que se distribuían por 18 de Julio desde la Plaza Libertad hasta Ejido se escuchaban la estrofa de una canción que decía «Vamos caminando, aquí se respira lucha» asoma a las 10.10 horas la cabeza de la marcha que había partido pasadas las 9.30 horas de la Plaza de los Treinta y Tres Orientales. Las pocas personas que se encontraban ya en las inmediaciones del estrado comenzaron a agitar sus banderas, las bombas de estruendo anunciaban que este día era especial, el sentimiento de solidaridad con los trabajadores que luchan por sus reivindicaciones (que en muchos casos es no perder salario real), la defensa de la democracia en la región y el mundo formaban parte de lo que sentía la inmensa mayoría de los presentes.A la hora 10.18 Fernando Pereira, Presidente del PIT-CNT, rodeado de integrantes de la dirección del movimiento sindical comienza su oratoria en esta primera parte del acto saludando afectuosamente y calurosamente a todos aquellos «que no fallan a las convocatorias del PIT-CNT».

Jornada Continental

El acto en la Plaza Libertad contenía dos partes bien distintas, la primera hacía referencia a las situaciones de conflicto que vive hoy el movimiento sindical y la segunda formaba parte de la Jornada Continental por la Democracia y contra el Neoliberalismo que organizaciones gremiales y sociales llevaron adelante durante esta jornada en América Latina. En este «segundo acto» se hizo presente Dilma Rousseff, presidenta electa de Brasil.

A la hora 11.14 sube el estrado Rousseff y el «Ole, ole, ola, Dilma, Dilma» hace templar el punto cero de Montevideo. Miles de personas corean el nombre de Dilma y la solidaridad se manifiesta en su máxima expresión.

Marcelo Abdala, Secretario General del PIT-CNT, es el encargado de comenzar, lo que sería el segundo acto, afirmando a toda voz que estamos viviendo momentos en que «todo es sentimiento, corazón y perspectivas de solidaridad» para solicitar a los presentes un fuerte aplauso para la «compañera» Dilma y un «enorme abrazo al pueblo de Brasil» (los presentes hicieron sentir un buen rato el apoyo).

El dirigente de la central sostuvo que se está en «lucha contra un nefasto golpe de Estado que ha organizado la clase dominante (los aplausos se vuelven a sentir). Hemos escuchado a algunos representantes, a veces de las patronales y de la derecha que no comprenden que en medio de la lucha por trabajo y por salario el movimiento obrero desarrolla esta manifestación masiva. La cual se desarrolla en el marco de la solidaridad internacional, del internacionalismo proletario. Hacemos estas cosas porque no es concebible en ningún país de este mundo trasnacionalizado, menos en América Latina, una solución sustantiva y verdadera para los trabajadores que no se desarrolle en el ámbito de avances generales a nivel continental y mundial».

Abdala recordó que «este movimiento obrero ha tenido el orgullo en 1890 de participar en la primer huelga universal cuando luchamos por las ocho horas de trabajo y conmemoramos el primer 1° de mayo. Este movimiento obrero que siempre asoció sus luchas nacionales a una perspectiva continental y mundial. Fuimos solidarios con la revolución Rusa de 1905 y 1917; brigadistas obreros uruguayos dieron su sangre en España a favor de la República Española; al mismo tiempo que condenamos la dictadura de Terra nos movilizamos con todas las fuerzas democráticas y patrióticas contra el eje nazi – fascista; condenamos sin ninguna vacilación cada ataque del imperialismo norteamericano en nuestra América Latina; fuimos, somos y seremos solidarios con la gloriosa revolución cubana, la cual despertó un proceso de insurrecciones y de caminos de avances en América Latina; fuimos solidarios con Vietnam; trajimos al Paraninfo de la Universidad nada más y nada menos que a Ernesto Che Guevara; trajimos a Lugo a Chaves, a todos los patriotas de nuestro continente. Muchos de los cuales dieron su vida por la lucha de nuestros pueblos».

Reconoció el Secretario General de la central sindical que «algunos no lo entiendan, ya que representan otros intereses. O, no están vinculados objetivamente a las perspectivas de las grandes mayorías nacionales».

Abdala subrayó que se hace este acto hoy porque «estamos viviendo tiempos de contraofensiva del imperialismo a través de las clases dominantes y la derecha continental de toda América Latina. Uruguay no es una isla, está dentro de este continente rico pero desigual y que hay que transformar a favor de nuestros pueblos. Con las independencias de las singularidades nacionales vemos como se procesa un ataque contra la hermana república de Venezuela. Respaldamos el diálogo en ese hermanos país para encontrar soluciones. En este marco no podemos olvidarnos los golpes impulsados por el imperialismo norteamericano en Honduras, Paraguay y particularmente el abyecto golpe de Estado en Brasil que hoy está al servicio de las clases dominantes y en contra del pueblo brasileño».

Para el Secretario General del PIT-CNT es en este marco que «con la enorme diversidad de opiniones que existen, por suerte para la riqueza de nuestro movimiento obrero, debemos dejar claro que no se tranza en las cuestiones de principios. La solidaridad internacional y el antiimperialismo es una cuestión de principio. Por eso, bienvenida Dilma, salud pueblo de Brasil, viva la lucha de todos los pueblos de América Latina, el imperialismo no pasará… viva la lucha de nuestros pueblos!!!

«Dilma: «La democracia está amenazada»

Rousseff comenzó con su ya tradicional «queridos y queridas» para destacar que se sentía honrada por haber sido invitada por el PIT-CNT a participar en este acto por la democracia. «El cual reafirma la solidaridad entre nuestros pueblos y los movimientos sociales, así como la de nuestros países».

Agregó la presidenta electa que el sistema financiero «obliga a nuestros pueblos a la perdida de salarios y de derechos conquistados» durante los gobiernos progresistas.

Destacó en su discurso la importancia de la democracia en la región y el mundo entero. Advirtió, además, que este sistema político está corriendo serios «riesgos en la región. La democracia está siendo amenazada», afirmó.

Agregó Rousseff que todos sabemos los daños que han causado las dictaduras vividas en América Latina en el tema de los salarios, la persecución política, detenidos, desaparecidos y encarcelados. Todo esto se ha llevado adelante en nombre de «supuestos intereses nacionales». «Jamás pensé que viviría una nueva persecución política en la región como las vividas en la década del ´60 y ´70. En Brasil se produjo un golpe parlamentario, retirando a la presidenta de la República, una presidenta electa por 54 millones y medio de personas». A continuación detalló parte de la trama que llevó a los «golpistas» a expulsarla de la presidencia de su país.

Al final de su oratoria Rousseff manifestó que se sentía «muy feliz de estar y comprobar la fuerza de la solidaridad del pueblo uruguayo».

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