“Una vez más los/as trabajadores/as Jubilados/as y en Actividad saldremos a la calle a luchar por nuestros proyectos en materia de Seguridad Social construidos desde, para y con nuestra clase.”
Como contexto de las razones de la medida de fuerza, hace poco más de un mes el macrismo aprobó la Ley Nacional de Reparación Histórica para Jubilados y Pensionados que, entre otras cuestiones, planteaba el pago a quienes realizaron presentaciones ante la Justicia exigiendo un reajuste en sus haberes. Pero esta medida implica el inminente colapso de las ANSES porque se establece el financiamiento del Fondo de Garantia de Sustentabilidad a partir de un blanqueo de capitales que no ha tenido el éxito esperado mientras por otra parte avala la venta de acciones del ANSES en empresas privadas argentinas . A su vez, no repara a los jubilados porque no reconoce el 82% movil que corresponde por leyni el salario activo. Se trata de un negocio financiero y privatista. Separa a los jubilados en tres grupos: jubilados con y sin sentencia pero en juicio y jubilados sin juicio, incluyendo en total a solo un millón de jubilados de los 8 millones que existen hoy. A su vez, obliga a los jubilados a aceptar un acuerdo transaccional con el ANSES a través del cuál se cambian los indices para calcular su haber como condición para acceder a la reparación histórica. Afecta a los actuales jubilados y a los trabajadores que se jubilen el dia de mañana.
Al igual que hicieron en los 90´, cuando rifaron buena parte de las riquezas de la región, están haciendo que ANSES, PAMI y las cajas provinciales funcionen mal o de forma deficitaria para así justificar una futura privatización. El objetivo general es desarmar el sistema previsional paulatinamente.
Es necesario que se vuelva a llevar los aportes patronales a los niveles previos al menemismo (la rebaja fue dispuesta en 1993 por el entonces ministro de Economía Domingo Cavallo), lo que equivaldría a cinco veces el 15 por ciento de coparticipación que hoy se disputan entre nación y provincias.