Se puede confirmar que en realidad los avances han sido más lentos de lo esperado y sobre todo muy desiguales en nuestra región. Es evidente que los retrocesos se reflejan en el poco impulso y aprobación de políticas públicas que respondan y sean coherentes a los convenios internacionales y en la aplicación de leyes que garanticen la igualdad y equidad de género. 

20 años después de Beijing, la CSA, considera muy importante acabar con la visión tradicional que ide el trabajo productivo del reproductivo, y que responsabiliza por éste último de forma naturalizada e in idealizada a las mujeres y a las familias. Los aspectos de la producción y los de la reproducción y el cuidado de la vida, deben ser reconocidos como trabajo y considerados seriamente en el proceso de superación de las desigualdades de género, se debe reconocer el trabajo no remunerado y su aporte al bienestar de las familias, las comunidades y los países.

De acuerdo al último informe del Observatorio de Igualdad de la CEPAL, en la actualidad más de 100 millones de mujeres en la región, que representan alrededor del 50% de las mujeres en edad de trabajar, forman parte de la fuerza de trabajo. De ese total, 22,8 millones se incorporaron en los últimos 10 años al mercado laboral, lo que constituye una de las transformaciones sociales y económicas más importantes de las últimas décadas. Sin embargo, el hecho de que solo cinco de cada diez mujeres en edad de trabajar participen en la fuerza de trabajo, frente a ocho de cada diez hombres, indica que aún queda mucho por hacer.

El contexto es propicio para afirmar, que la condición de las mujeres sólo podrá transformarse efectivamente, en la medida que se impulsen cambios en las formas de producción y reproducción social, en las estructuras de poder y autoridad, en tanto se reconozca las mujeres como agentes activos en todos los procesos sociales, económicos, culturales y políticos.

La Confederación Sindical de Trabajadores y Trabajadoras de las Américas – CSA y su Comité Continental de Mujeres Trabajadoras de las Américas – CMTA instamos a los Estados a impulsar y hacer cumplir leyes de igualdad laboral que eliminen las brechas, la discriminación de género, raza, etnia, orientación o identidad sexual y otros criterios discriminatorios para el acceso a un trabajo decente con igualdad de oportunidades. 

“Los Derechos de la Mujeres, son Derechos Humanos”

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