Por Alvaro Orsatti, desde Ginebra

SINDICALISMO EUROPEO: “COMO EL SALMÓN, NAVEGANDO A CONTRACORRIENTE”

El 7 de junio, durante la Conferencia de la OIT en Ginebra, representantes del sindicalismo europeo se reunieron para informar a los participantes de otros países sobre la situación laboral en el continente, y las estrategias sindicales dirigidas a influir sobre ella.

Fueron tres las centrales representadas: UGT-España, por Candido Méndez, CCOO, España, por Ignacio Fernandez Toxo, DGB-Alemania, por   Wolfgang Luterbach, de DGB-Alemania,  y GSEE-Grecia, por  Zoe Lamara-Tzotze. Asimismo, intervinieron CSI, por Sharan Burrow y Luc Coortebeck y CES, por Bernardette Segol.

El origen de la reunión fue informar sobre la denuncia (presentada en mayo ante la OIT)  de las dos centrales españolas sobre la reforma laboral en ese país. Pero la reunión se realizó en momentos en que los empleadores acababan de llevar a la suspensión de la discusión de los casos nacionales en la Conferencia, por lo que éste fue un segundo tema permanentemente mencionado por los expositores.

España

Cándido Méndez  planteó que el sindicalismo español, en 2011-12, hizo un ejercicio valioso de búsqueda de equilibrios, con la firma de dos acuerdos: el primero sobre pensiones y el segundo sobre contención salarial y negociación colectiva, que reconocían  la presencia de la crisis y buscaba preservar principios de equilibrio.

El único secreto para que las reformas laborales  tengan algún efecto positivo es que sean negociadas, pero éste no fue el caso: la reforma del nuevo gobierno fue impuesta y fracasará, al no resolver el paro.  Esta reforma busca también una alteración sustancial en los valores vigentes en el campo laboral: la negociación colectiva y la garantía de tutela judicial.

Se busca reproducir el comportamiento de la sra. Thatcher en su momento, violentando el dialogo social.  Pero habrá un fracaso económico, político y moral de estas políticas. Puede decirse también, como lo ha hecho Habermas, que por primera vez en Europa también está en peligro la democracia.  La economía de mercado es compatible con la democracia cuando se la practica como economía social de mercado.

Méndez terminó aludiendo al título de esta nota: “el sindicalismo tiene vocación de salmón de río de montaña: nada contra la corriente. Pero otra cosa es nadar con las manos atadas y un lastre en los pies, mientras las políticas de ajuste entierran a la sociedad, y los gobiernos piden que escarbemos, con lo que nos sumergimos un poco más. Oírnos nos oyen, pero no nos escuchan. En cierto momento hay que actuar, pasando del dicho al hecho”.

Fernández Toxo comenzó diciendo que “no todo va mal en España: lo que va muy bien es la unidad sindical de acción entre CCOO y UGT”. Esto es patente desde el giro neoliberal iniciado en mayo del 2010.   En el plano europeo, propuso reflexionar sobre “la propia idea de Europa, en cuanto a un mal punto de partida y de concepción de la unión monetaria: el euro nació sin instrumentos de gobierno  (fiscalidad, presupuesto, reserva federal) que permitan contrarrestar la presión financiero.

Europa presenta un flanco débil ante los mercados, y la dinámica de reformas es un subproducto de esta situación.  Se intenta un cambio de paradigma respecto del pacto social implícito de posguerra: el Modelo Social Europeo.

Se considera que, al incorporarse a la economía global actual, Europa no podría sostener el modelo global, si quiere competir con ventaja. Los dos grandes cambios son el cuanto a la primera distribución de la riqueza, vía negociación colectiva, y la segunda, a través de los impuestos y cotizaciones.  Compartió el enfoque sobre la pérdida de calidad de la democracia, ejemplificando con la casi unanimidad en la no realización de referéndum respecto del ajuste.

Frente a esta situación, el sindicalismo es la “última trinchera”, lo que otros consideran una “rémora” para que este programa se instale definitivamente.

Se necesita combatir estas políticas en el propio espacio europeo, presentando alternativas en lo económico y social, además de “salir a la calle”. Es el objetivo de la  propuesta de Contrato Social de la CES, para movilizar a la población.

Alemania

DGB  se propuso destacar que la situación laboral en Alemania es tan grave como en los otros países de la región,  lo que se evidencia en  la fuerte presencia de la precarización laboral en Alemania: 7.7 millones, con un crecimiento del 45% en diez años.  Situaciones como la cesión de trabajadores por agencias de trabajo temporal han crecido aún más: 150% en ese mismo lapso.

Por ello, es solidaria con las huelgas en Grecia y España así como con los jóvenes que se largan a la calle, en la batalla común contra la demonización del Estado Social.

Los sindicatos no solo deben luchar a favor de una mejora en las condiciones materiales sino defender los logros de la democracia y el Estado Social, respecto de los cuales pareciera que los gobiernos no son capaces de garantizarlos plenamente.  DGB terminó prometiendo su participación en  favor de la causa sindical española.

Europa

La CES anunció la decisión que acababa de tomarse en la Confederación respecto de la presentación a fin de mes, en ocasión de la Cumbre Europea,  de una propuesta de Pacto Social. El objetivo es la búsqueda de un cambio en la retórica y en la mitología que actualmente los gobiernos utilizan en relación a la crisis.

Teniendo en cuenta que el sindicalismo está convencido que la receta actual no va a funcionar.  Se observan algunas reacciones de los gobiernos que van en la dirección correcta del crecimiento, pero  ello no es exactamente lo que quiere el sindicalismo, ya que también se piden reformas estructurales que mantienen características tradicionales. La propuesta de Pacto está dirigida a señalar que los ciudadanos no desean esta Europa. Y que por ello no van a apoyar a una Union Europea que eche por tierra lo alcanzado.

Sharan Burrow intervino brevemente para destacar el aumento de la desigualdad y la pobreza, así como a sincerarse sobre que la próxima generación muy posiblemente vivirá peor que sus padres, mientras que los bancos siguen siendo rescatados y se ataca a  los  trabajadores, mediante una “guerra laboral”, en un contexto general que ha sido “secuestrado”.

Se necesita retomar una mejor distribución del ingreso mediante la negociación colectiva y crear una unión fiscal y política.

Compartir: