Por Tarcisio Mora Godoy, Domingo Tovar Arrieta y Luis Alberto Venegas – CUT Colombia

La Central Unitaria de Trabajadores de Colombia CUT, consideró como prioritario superar la violencia antisindical y la impunidad de los crímenes cometidos contra los sindicalistas y llamó al gobierno a abrir un debate nacional e internacional, sobre este tema que el año pasado cobró la vida de 29 sindicalistas y  tres en lo corrido de este año 2012, incluido el asesinato de Mauricio Arredondo y su esposa, trabajador afiliado a la USO, el día 17 de enero en Orito, Putumayo.

El informe de Human Rights Watch, señala que se han presentado 195 homicidios desde el año 2007 al presente, haciendo parte de los 3000 asesinatos, lo que convierte esta situación en un genocidio sindical, en medio de una grave situación de impunidad del 96% y en las demás violaciones a la vida e integridad de los sindicalistas donde uno de los fenómenos más agudos son el incremento de las amenazas, sólo en el 2011 se presentaron 343 amenazas y persisten los atentados, detenciones arbitrarias, desaparecidos y torturados que ubican a Colombia en un récord de violación diario de los derechos humanos de un sindicalista, en medio de una impunidad del 100% de esta forma de violencia, a pesar de los anuncios del gobierno de que se está superando en alto grado la impunidad.

La CUT exige al Estado reconocer el daño infringido al movimiento sindical y atender el reclamo de las víctimas a una reparación in idual y colectiva integral que permita el reconocimiento y el pleno derecho a las libertades sindicales; así mismo el Estado debe reconocer que ha intervenido en la violencia antisindical y como lo señala el informe, que “el DAS también ha estado implicado en otras actividades delictivas, como amenazas de muerte, campañas de difamación contra críticos del gobierno y colaboración con paramilitares. En septiembre de 2011 Jorge Noguera Cotes, quien estuvo al frente del DAS entre 2002 y 2005, fue condenado por haber puesto a la agencia de inteligencia al servicio de grupos paramilitares, incluso para el asesinato de un profesor universitario en 2004”.

La violencia antisindical también se expresa en la destrucción de las organizaciones sindicales, la penalización de la protesta social, el levantamiento de los fueros sindicales, la eliminación en la práctica de la convención colectiva, la imposición de los pactos colectivos, la creación de los sindicatos patronales y el irrespeto a las convenciones colectivas existentes, entre otros.

Finalmente, la CUT llamó a preocuparse también por los derechos laborales, la eliminación de la tercerización y la informalidad laboral y establecer un clima de garantías donde se pueda ejercer libremente el derecho de asociación sindical y negociación colectiva en el país.

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