La presidenta de la AFL-CIO, Liz Shuler, emitió la siguiente declaración sobre las elecciones de 2024:
Las administraciones presidenciales cambian, pero los valores del movimiento sindical no. Defendemos la libertad de organización y el derecho a la negociación colectiva. Apoyamos la solidaridad, esa que se construye cuando las personas trabajadoras se unen para enfrentar a los jefes más poderosos y a los políticos extremistas más influyentes. Más importante aún, sabemos cómo luchar cuando alguien intenta arrebatarnos nuestras libertades.
Este resultado es un golpe para cada trabajador/a que depende de nuestros líderes electos para proteger nuestros empleos, nuestros sindicatos y nuestros contratos. Organizamos esfuerzos durante meses para lograr casi 17 puntos de ventaja para la vicepresidenta Kamala Harris entre los miembros sindicales. Sin embargo, es evidente que la lucha económica que enfrenta la clase trabajadora está causando un dolor real y que ninguno de los partidos ha abordado esta situación de manera suficiente.
Ahora enfrentamos la realidad de un segundo mandato de Donald Trump. La agenda del Proyecto 2025 promete desmantelar los sindicatos, ya que somos un pilar de la democracia y un control frente al poder. Hemos visto antes ataques a nuestros derechos fundamentales. En los días, meses y años por venir, la tarea del movimiento sindical será defender a las personas trabajadoras cuando esto vuelva a ocurrir. El movimiento sindical da voz y claridad alas luchas de las personas trabajadoras; eso es lo que hacemos y lo que siempre hemos hecho.
Cada lugar de trabajo que organizamos es una victoria para la democracia. Cada contrato que negociamos es un paso hacia una economía más justa. Cada huelga es una lección para los ricos empresarios de que no pueden someter a la clase trabajadora. Nadie —ni Donald Trump ni JD Vance, ni ningún CEO— puede detener la solidaridad.
El trabajo organizado es el camino hacia adelante. En los sindicatos, las personas tienen el poder de construir una base estable para ellas y sus familias. Decir «Es mejor en un sindicato» no es solo un lema; es el camino para nivelar el campo de juego y crear una vía hacia la seguridad económica para cada persona trabajadora. Los casi 13 millones de miembros sindicales de la AFL-CIO no se dividirán y no retrocederán. Estaremos ahí unos para otros y lucharemos en cada paso por cada trabajador/a de este país.