La detención de Han San-gyun vulnera la Declaración Universal de los Derechos Humanos y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, y la única solución, recomendada por el Grupo de Trabajo de la ONU sobre Detención Arbitraria, es su inmediata puesta en libertad. La detención es una ofensa a los derechos de organización sindical reconocidos internacionalmente, y significa un ataque a los trabajadores de Corea y del mundo.

La CSA expresa su solidaridad con Han, que sigue cumpliendo una condena de tres años de cárcel. A lo largo de su vida como líder sindical, Han ha luchado para acabar con el trabajo precario y para garantizar los derechos fundamentales de los trabajadores y trabajadoras en situación irregular a sindicalizarse y a negociar colectivamente. El programa de reformas planteado por el gobierno es poco convincente si Han San-gyun permanece encarcelado por haber ejercido unos derechos civiles y sindicales fundamentales reconocidos a escala internacional.

También queremos transmitir nuestra solidaridad a los 57.000 trabajadores con empleos precarios y mal remunerados que participaron en la huelga general convocada por la KCTU el pasado 30 de junio para reclamar un aumento del salario mínimo, la abolición del trabajo precario, y los derechos a sindicalizarse y a negociar colectivamente. Junto con la ratificación de los Convenios 87 y 98 de la OIT, estas son algunas de las reivindicaciones manifestadas por el pueblo en el marco del levantamiento de las velas, reivindicaciones claramente consistentes con su visión de las reformas sociales que se tienen que llevar a cabo en Corea. Exigimos que el Gobierno que usted dirige las integre en un marco político favorable a los trabajadores y trabajadoras.

Nos unimos al llamamiento de las organizaciones sindicales internacionales y de derechos humanos para instarle a que indulte a Han San-gyunsinsin más demora y que respete el derecho de los trabajadores surcoreanos a organizarse sindicalmente, así como el derecho a llevar adelante la huelga.

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