La Dirección Nacional de la Central Única de Trabajadores (CUT-Brasil) expresa su más enérgica condena a la decisión del gobierno de Estados Unidos, bajo el liderazgo de Donald Trump, de imponer una sobretasa del 50% a las exportaciones brasileñas. Esta medida arbitraria y unilateral coloca a Brasil como el segundo país con la tasa más alta impuesta por EE. UU., solo por detrás de China, y tendrá efectos económicos complejos y problemáticos para Brasil, especialmente en sectores como el alimentario, la aviación y el acero, cuyas cadenas de producción son extensas, impactando negativamente a un número considerable de trabajadores, según un análisis realizado por el DIEESE (Departamento Intersindical de Estadística y Estudios Socioeconómicos).
Trump justifica este ataque a la soberanía brasileña con base en la supuesta «persecución» del expresidente Jair Bolsonaro, figura central en el intento de golpe de Estado, y la deslegitimación del sistema electoral brasileño. Esta postura es inaceptable y revela la instrumentalización política e ideológica del comercio internacional. Esta acción se aprovecha de la actual parálisis de instituciones multilaterales, como la Organización Mundial del Comercio (OMC), para imponer sanciones que violan los principios de cooperación y respeto entre las naciones.
Trump miente descaradamente al afirmar que las relaciones comerciales entre ambos países perjudican a Estados Unidos, cuando, de hecho, Estados Unidos ha mantenido un superávit en esta relación desde 2009. Impulsa aún más el autoritarismo y socava la soberanía brasileña al justificar los aranceles como represalia a la iniciativa brasileña de regular a las Big Techs.
La relación de Trump con la familia Bolsonaro y sus partidarios, en un contexto de ataques abiertos al Estado de derecho democrático brasileño mediante sanciones arancelarias y amenazas a las instituciones nacionales, pone de manifiesto la naturaleza antibrasileña de algunos autoproclamados patriotas. Al respecto, otra figura pro-Bolsonaro, quien ya había expresado públicamente su apoyo a Trump, el gobernador de São Paulo, Tarcísio de Freitas, optó por atacar al presidente Lula en lugar de defender los intereses económicos de su estado, uno de los más directamente afectados, y proteger al pueblo brasileño de los ataques estadounidenses.
La CUT (Central Unitaria de Trabajadores) defiende que la respuesta brasileña a este ataque a la soberanía nacional debe ser firme, coordinada y basada en una política económica y comercial soberana. Es fundamental buscar alianzas internacionales y nuevos mercados; ampliar el papel del Estado mediante la financiación, el crédito y el estímulo a la producción nacional; promover la desconcentración productiva y tecnológica, con medidas como la ruptura de patentes, la lucha contra la concentración del mercado y el fomento de la diversificación de la producción; y retomar las políticas de reindustrialización a medio y largo plazo, centradas en la soberanía tecnológica y la creación de empleos de calidad.
La CUT reafirma su compromiso histórico con la clase trabajadora y el pueblo brasileño. Permaneceremos vigilantes y movilizados en defensa de la soberanía nacional, la democracia y los derechos sociales y laborales. No aceptaremos que intereses extranjeros, impulsados por motivaciones políticas y autoritarias, comprometan el futuro de Brasil y del pueblo brasileño.




