En el marco de la 113ª Conferencia Internacional del Trabajo (CIT) de la OIT, celebrada en Ginebra, Suiza, la Confederación Sindical de trabajadores y trabajadoras de las Américas (CSA) y la Organización Regional Africana de la Confederación Sindical Internacional (CSI-África) firmaron un Plan de Acción Conjunto para el período 2025–2029, reafirmando su compromiso con la construcción de una alianza estratégica para la justicia social y el fortalecimiento democrático.
El acuerdo, firmado por Rafael Freire, Secretario General de la CSA, y Joel Akhator Odigie, Secretario General de CSI-África, marca un hito en la cooperación interregional entre las dos mayores plataformas sindicales del Sur Global, que en conjunto representan a más de 72 millones de trabajadores y trabajadoras de las Américas y África.
El Plan de Acción establece líneas de trabajo comunes en ocho áreas estratégicas: migración y trabajo decente; igualdad racial y antirracismo; integración regional; cambio climático y transición justa; nuevo contrato social; fortalecimiento sindical; empoderamiento de mujeres y juventud; y democracia y derechos humanos. Entre sus objetivos destacan la promoción de sistemas democráticos inclusivos, el impulso a campañas conjuntas contra el racismo y el autoritarismo, la defensa de los derechos laborales en contextos de migración, y la participación sindical coordinada en espacios multilaterales como la OIT, la ONU y la CELAC.
“El sindicalismo del Sur Global tiene voz propia y visión transformadora. Este plan es una herramienta concreta para articular luchas comunes desde nuestros contextos y nuestras experiencias”, afirmó Rafael Freire durante el acto de firma.
Por su parte, Joel Odigie destacó que “la cooperación entre nuestras regiones fortalece la capacidad de respuesta del sindicalismo frente a las amenazas compartidas, como la expansión de la extrema derecha, el retroceso en derechos laborales, la crisis climática y la desigualdad estructural”.
El acuerdo contempla además la creación de un Secretariado conjunto rotativo, mecanismos de seguimiento y evaluación, y una estrategia de comunicación colaborativa. También se prevé la movilización de recursos para implementar acciones conjuntas, incluyendo investigaciones, formaciones sindicales y campañas públicas a nivel regional y global.
Con este paso, la CSA y la CSI-África refuerzan su papel como referentes del sindicalismo internacional en la defensa de la democracia, el trabajo decente y los derechos humanos en el Sur Global.