La Confederación Sindical de trabajadores y trabajadoras de las Américas (CSA) expresa su más enérgico repudio a la brutal represión ejercida contra las manifestaciones pacíficas de jubiladas y jubilados en Argentina este miércoles 12 de marzo. La agresión desmedida contra quienes se movilizan en defensa de derechos conquistados es un ataque directo a toda forma de organización colectiva y a la democracia misma. La CSA expresa su absoluta solidaridad con el pueblo argentino, nuestras centrales sindicales (CTA-A, CTA-T y CGT) y todas las organizaciones políticas y de la sociedad civil que, pese a la represión, siguen manifestándose en las calles y plazas de todo el país.
Las medidas represivas implementadas por el gobierno de Javier Milei constituyen una muestra más del proyecto político de la ultraderecha global, hostil a toda visión de expansión de derechos, bienestar y justicia social. La escalada de violencia institucional que se vive en Argentina es un hecho alarmante y una clara violación del Estado de Derecho. La declaración del Ministerio de Seguridad sobre la detención de «militantes de agrupaciones políticas» y ciudadanos movilizados evidencia una persecución por ideas políticas y el intento de criminalizar la protesta social.
Este 12 de marzo, el gobierno ejecutó una suerte de Estado de Sitio de facto para impedir el ejercicio del derecho a la protesta, ordenando a la policía reprimir sin contemplaciones. En este marco de violencia desatada, un joven fotorreportero lucha por su vida tras recibir un disparo en la cabeza con una cápsula de gas lacrimógeno por parte de un efectivo policial. La responsabilidad de esta brutal represión recae en el poder político y el monopolio de la fuerza ostentado por el presidente Milei y su ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
Alertamos que este avance del autoritarismo no es un hecho aislado, sino parte de un «consenso autoritario» que se construye con la complicidad de los grandes poderes corporativos, mediáticos y financieros. Milei representa una grave amenaza para la integración y la soberanía de la región. La democracia está en peligro. Las organizaciones representativas de los trabajadores y trabajadoras no podemos ni debemos permanecer en silencio ante este escenario. Desde la CSA, reiteramos nuestro compromiso con la defensa de los derechos humanos, la justicia social y la democracia en Argentina y en toda la región.
La Confederación Sindical de trabajadores y trabajadoras de las Américas (CSA) expresa su más enérgico repudio a la brutal represión ejercida contra las manifestaciones pacíficas de jubiladas y jubilados en Argentina este miércoles 12 de marzo. La agresión desmedida contra quienes se movilizan en defensa de derechos conquistados es un ataque directo a toda forma de organización colectiva y a la democracia misma. Las medidas represivas implementadas por el gobierno de Javier Milei constituyen una muestra más del proyecto político de la ultraderecha global, hostil a toda visión de expansión de derechos, bienestar y justicia social. La escalada de violencia institucional que se vive en Argentina es un hecho alarmante y una clara violación del Estado de Derecho. La declaración del Ministerio de Seguridad sobre la detención de «militantes de agrupaciones políticas» y ciudadanos movilizados evidencia una persecución por ideas políticas y el intento de criminalizar la protesta social.
Este 12 de marzo, el gobierno ejecutó una suerte de Estado de Sitio de facto para impedir el ejercicio del derecho a la protesta, ordenando a la policía reprimir sin contemplaciones. En este marco de violencia desatada, un joven fotorreportero lucha por su vida tras recibir un disparo en la cabeza con una cápsula de gas lacrimógeno por parte de un efectivo policial. La responsabilidad de esta brutal represión recae en el poder político y el monopolio de la fuerza ostentado por el presidente Milei y su ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
Alertamos que este avance del autoritarismo no es un hecho aislado, sino parte de un «consenso autoritario» que se construye con la complicidad de los grandes poderes corporativos, mediáticos y financieros. Milei representa una grave amenaza para la integración y la soberanía de la región. La democracia está en peligro. Las organizaciones representativas de los trabajadores y trabajadoras no podemos ni debemos permanecer en silencio ante este escenario. Desde la CSA, reiteramos nuestro compromiso con la defensa de los derechos humanos, la justicia social y la democracia en Argentina y en toda la región.
Declaración CSA repudia la brutal represión en Argentina y alerta sobre la amenaza global a la democracia.docx