Río de Janeiro, 16 de noviembre de 2024 – En el marco del G20 Social, y días antes de la cumbre de jefes de Estado del G20, la Jornada Continental por la Democracia y contra el Neoliberalismo reunió a diversas organizaciones y movimientos sociales en Río de Janeiro. La reunión contó con la participación del coordinador político de la Confederación Sindical de trabajadores y trabajadoras de las Américas (CSA), Iván González, y marcó un paso clave en la preparación de los movimientos populares para la COP30, que se celebrará en Belém do Pará en 2025.
Conformada por expresiones sociales diversas —sindicatos, movimientos feministas, campesinos/as, ambientalistas y organizaciones por la justicia y los DDHH, la Jornada se ha consolidado como un espacio de resistencia y construcción de alternativas frente a los desafíos políticos, económicos y ambientales que enfrenta la región.
Durante el encuentro, los movimientos realizaron un análisis de la situación global y regional, caracterizada por crisis de la paz y la intensificación de conflictos, avances de la ultraderecha y agendas extremistas e Impactos del cambio climático, exacerbados por la inacción de los gobiernos y el avance de intereses corporativos en la agenda climática de las Naciones Unidas.
A pesar de este panorama, los movimientos reafirmaron la vigencia de los acuerdos alcanzados en la Jornada Latinoamericana y Caribeña de Integración de los Pueblos, realizada en Foz de Iguazú, que definieron seis prioridades estratégicas para guiar las acciones hacia una transición justa, la justicia ambiental y la integración regional.
La reunión en Río de Janeiro incluyó la presentación de las acciones preparatorias para la Cumbre de los Pueblos frente a la COP30, con una participación protagónica de los movimientos sociales brasileños y del resto América Latina y Caribe, con destaque para los sindicatos, las organizaciones campesinas, los pueblos originarios y afrodescendientes de la Amazonía. En este contexto, se enfatizó la necesidad de fortalecer una perspectiva desde los pueblos y los territorios, que dé prioridad a la integración regional latinoamericana y caribeña; ampliar la formación y la información en las bases sobre el significado de la agenda común, acordada en Foz de Iguazú y generar presión e incidencia sobre los gobiernos para garantizar compromisos efectivos frente a los desafíos climáticos y sociales.
La Jornada Continental también ratificó la importancia de la unidad frente al avance de los poderes corporativos en la agenda climática global, reconociendo la COP30 como un momento de disputa fundamental para garantizar la justicia ambiental y la transición justa. Un tema central a ser consolidado en la construcción de esa agenda es la centralidad del trabajo y los derechos de las/os trabajadores/es para alcanzar una transición justa y superar la lógica depredadora de la vida y la naturaleza por parte de las empresas transnacionales.
El encuentro también consideró los eventos políticos de relevancia para la región en 2025, incluyendo la Cumbre de la CELAC, para seguir construyendo una perspectiva desde los pueblos sobre la integración regional, y la Cumbre de los BRICS en Brasil – que representará una oportunidad para consolidar una agenda común de los pueblos.
Las organizaciones de la Jornada Continental también estuvieron presentes en el Tribunal de los pueblos frente a los Crímenes del Imperialismo y en la Marcha de los Pueblos en Lucha: Palestina Libre del río al Mar: Fuera el Imperialismo”.
La Jornada Continental por la Democracia y contra el Neoliberalismo reafirmó su compromiso con la defensa de la democracia, la justicia social y ambiental, y la construcción de alternativas al modelo capitalista que respondan a las necesidades de los pueblos. Con una mirada hacia la COP30, los movimientos sociales y sindicales de las Américas han decidido seguir avanzando en la consolidación de estrategias colectivas que permitan enfrentar los desafíos globales desde la resistencia, la solidaridad y la acción conjunta.