Ejes de Actuación

Desarrollo Sustentable, con Justicia Social y Trabajo Decente como centro de una agenda alternativa para las Américas

OBJETIVO ESTRATÉGICO

Disputar una nueva hegemonía, con el movimiento sindical como actor fundamental, para transformar la estructura económica y social, impulsando un nuevo proyecto de sociedad que permita alcanzar una vida digna, la realización de los derechos y un futuro promisorio para las próximas generaciones.

Alianzas Sociales

1. La CSA apoya las alianzas con movimientos sociales y políticos para la defensa de los intereses de la clase trabajadora, para la profundización de la democracia y la soberanía, por más y mejores conquistas sociales y por una agenda de desarrollo alternativo para las Américas.

2. La movilización popular y social sigue siendo nuestra fuerza fundamental para enfrentar la crisis. El esfuerzo conjunto deberá orientarse a cimentar alianzas sociales que confluyan en una agenda contra-hegemónica del desarrollo capaz de contener y articular todas las voces.

3. Se considera esencial las alianzas entre expresiones populares y movimientos sociales y políticos, junto con el movimiento sindical. Sólo así será posible garantizar de forma efectiva la defensa para que nuestras conquistas perduren mediante la profundización e institucionalización de los cambios sociales y políticos producidos en los últimos años y que ahora están amenazados por quienes pretenden volver a la agenda neoliberal.

4. La alianza de la CSA con los demás movimientos sociales tendrá como prioridades: incidir y participar de forma sustantiva en los procesos e instituciones de integración regional, para promover la integración desde los pueblos; la defensa de la democracia y las conquistas sociales y políticas alcanzadas, contra la agenda conservadora y de retroceso; el enfrentamiento a la agenda del libre comercio y las multinacionales, para contrarrestar la codicia corporativa contra los pueblos.

5. Esta agenda prioritaria, no es limitante ni excluyente de otros temas. La CSA se compromete articular el movimiento sindical y social en las acciones nacionales y regionales, favoreciendo la unidad, respetando la diversidad y promoviendo la construcción de espacios que incluyan la más amplia diversidad de voces, agendas y organizaciones, comprometidas con la profundización de la democracia, el desarrollo sustentable y la paz, la soberanía y la justicia entre los pueblos.

Alianzas Sociales

1. La CSA apoya las alianzas con movimientos sociales y políticos para la defensa de los intereses de la clase trabajadora, para la profundización de la democracia y la soberanía, por más y mejores conquistas sociales y por una agenda de desarrollo alternativo para las Américas.

2. La movilización popular y social sigue siendo nuestra fuerza fundamental para enfrentar la crisis. El esfuerzo conjunto deberá orientarse a cimentar alianzas sociales que confluyan en una agenda contra-hegemónica del desarrollo capaz de contener y articular todas las voces.

3. Se considera esencial las alianzas entre expresiones populares y movimientos sociales y políticos, junto con el movimiento sindical. Sólo así será posible garantizar de forma efectiva la defensa para que nuestras conquistas perduren mediante la profundización e institucionalización de los cambios sociales y políticos producidos en los últimos años y que ahora están amenazados por quienes pretenden volver a la agenda neoliberal.

4. La alianza de la CSA con los demás movimientos sociales tendrá como prioridades: incidir y participar de forma sustantiva en los procesos e instituciones de integración regional, para promover la integración desde los pueblos; la defensa de la democracia y las conquistas sociales y políticas alcanzadas, contra la agenda conservadora y de retroceso; el enfrentamiento a la agenda del libre comercio y las multinacionales, para contrarrestar la codicia corporativa contra los pueblos.

5. Esta agenda prioritaria, no es limitante ni excluyente de otros temas. La CSA se compromete articular el movimiento sindical y social en las acciones nacionales y regionales, favoreciendo la unidad, respetando la diversidad y promoviendo la construcción de espacios que incluyan la más amplia diversidad de voces, agendas y organizaciones, comprometidas con la profundización de la democracia, el desarrollo sustentable y la paz, la soberanía y la justicia entre los pueblos.

Cooperación Sindical al Desarrollo
1. La cooperación internacional para el desarrollo es una política de Estado, que debe estar orientada al bienestar de los pueblos. El Estado tiene que ser el protagonista y garante en el diseño, implementación y evaluación de las políticas de desarrollo, basadas en las prioridades expresadas democráticamente por su población. En este sentido, rechazamos la privatización de la cooperación, por estar orientada al lucro privado en vez del desarrollo de los pueblos.
 
2. Toda cooperación sea Norte-Sur, Sur-Sur o Triangular debe promover el enfoque de derechos humanos y respetar los principios sindicales sobre cooperación adoptados por el Consejo General de la CSI, entre ellos la apropiación democrática. Respetando estos principios, la cooperación Sur Sur y Triangular tiene el potencial de reformular las asimetrías históricas entre Norte y Sur y ampliar el marco global de gobernanza de la cooperación.
 
3. Cuestionamos la clasificación de los países prioritarios para la cooperación basada exclusivamente en la medición del PIB per cápita, pues este criterio no muestra la desigualdad interna de los países. Reivindicamos criterios de clasificación que tengan en cuenta un conjunto más amplio de indicadores, como la pobreza multidimensional, el enfoque de brechas estructurales o la evaluación del índice de desarrollo humano.
 
4. Reafirmamos nuestro compromiso de participación activa en el proceso de definición, implementación y evaluación de las políticas de desarrollo y cooperación de los Estados con la PLADA como referente fundamental. En este marco, pretendemos incidir en la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sustentable (Agenda 2030 de las Naciones Unidas – ODS) y de los acuerdos del proceso global relativo a la financiación del desarrollo, en base a nuestras prioridades sindicales.
 
5. La CSA reafirma su compromiso hacia el fortalecimiento de la Red Sindical de Cooperación al Desarrollo (RSCD) CSA – CSI, como espacio fundamental de capacitación, intercambio de información y construcción de estrategias de incidencia sindical sobre las políticas de desarrollo y cooperación a nivel nacional, regional y global. Asimismo, la CSA hace suyo el contenido de la Resolución sobre las Prioridades Sindicales respecto al Desarrollo – aprobada por el Consejo General de la CSI (São Paulo, 2015)- para su incidencia en la Agenda Internacional de Desarrollo. 
Desarrollo Sustentable
1. La CSA afirma que su visión del Desarrollo se construye desde nuestra opción sindical basada en los pilares del trabajo decente; la distribución de la riqueza; la democracia participativa; la igualdad entre géneros; la protección e inclusión social de todas las personas, inter-generacional y ambiental, integrando así las dimensiones económica, social, ambiental y política. Nuestra visión del Desarrollo Sustentable, formulada en la Plataforma de Desarrollo de las Américas (PLADA), es superior al crecimiento económico y es una de las alternativas para enfrentar a la matriz de pensamiento neoliberal; una respuesta construida por y para las mayorías populares.
 
2. En un mundo caracterizado por la competencia y la disputa capitalista por los mercados, reafirmamos que la integración regional es el espacio privilegiado para la promoción del desarrollo sustentable entre los países de América Latina y el Caribe y debe basarse en el impulso a la complementariedad económica, la compensación de las asimetrías entre países y regiones, el desarrollo social compartido, el reconocimiento de derechos ciudadanos y el respeto por la diversidad de culturas. La integración regional debe ser un espacio para la consolidación de posiciones comunes en temas de interés compartido entre pueblos y gobiernos.
 
3. El enfrentamiento al cambio climático debe ser un compromiso compartido por todos los países del mundo, bajo el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas, garantizando el apoyo financiero y la trasferencia de tecnología para los países en vías de desarrollo. Esta estrategia requerirá de políticas públicas activas en el ámbito de la fiscalidad, las subvenciones, y la inversión
333 er Congreso CSA – 2016
pública para garantizar que los incentivos y la infraestructura dirijan la economía hacia una transición justa, con un camino sustentable y garantizando el respeto de las condiciones de trabajo decente.
 
4. La Soberanía alimentaria, energética, hídrica, la preservación de los conocimientos ancestrales, así como el control de los Estados de los bienes comunes, son componentes fundamentales para el desarrollo de los pueblos. El protagonismo de las/os ciudadanas/os es una condición esencial para la preservación y defensa de los Bienes Comunes, por lo que la participación social organizada, en particular de las organizaciones sindicales, debe constituir una tarea central frente a la amenaza privatista de corporaciones y gobiernos.
 
5. La CSA se compromete a seguir impulsando la democratización, transformación, crecimiento y empoderamiento del sindicalismo para constituirse como actor fundamental en la lucha por una nueva hegemonía que haga posible un modelo de Desarrollo Sustentable. Con esta finalidad continuará desarrollando una estrategia de investigación, formación y organización de sus organizaciones de base y su dirigencia. Especial énfasis será colocado en la plena inclusión y participación de las mujeres y de los/as jóvenes en la estrategia de desarrollo sustentable.
 
6. La PLADA será el instrumento fundamental para la acción política, de movilización e incidencia del movimiento sindical, en alianza con los demás movimientos sociales, para la promoción e impulso de un modelo de desarrollo alternativo para las Américas.

 

1. La cooperación internacional para el desarrollo es una política de Estado, que debe estar orientada al bienestar de los pueblos. El Estado tiene que ser el protagonista y garante en el diseño, implementación y evaluación de las políticas de desarrollo, basadas en las prioridades expresadas democráticamente por su población. En este sentido, rechazamos la privatización de la cooperación, por estar orientada al lucro privado en vez del desarrollo de los pueblos.
 
2. Toda cooperación sea Norte-Sur, Sur-Sur o Triangular debe promover el enfoque de derechos humanos y respetar los principios sindicales sobre cooperación adoptados por el Consejo General de la CSI, entre ellos la apropiación democrática. Respetando estos principios, la cooperación Sur Sur y Triangular tiene el potencial de reformular las asimetrías históricas entre Norte y Sur y ampliar el marco global de gobernanza de la cooperación.
 
3. Cuestionamos la clasificación de los países prioritarios para la cooperación basada exclusivamente en la medición del PIB per cápita, pues este criterio no muestra la desigualdad interna de los países. Reivindicamos criterios de clasificación que tengan en cuenta un conjunto más amplio de indicadores, como la pobreza multidimensional, el enfoque de brechas estructurales o la evaluación del índice de desarrollo humano.
 
4. Reafirmamos nuestro compromiso de participación activa en el proceso de definición, implementación y evaluación de las políticas de desarrollo y cooperación de los Estados con la PLADA como referente fundamental. En este marco, pretendemos incidir en la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sustentable (Agenda 2030 de las Naciones Unidas – ODS) y de los acuerdos del proceso global relativo a la financiación del desarrollo, en base a nuestras prioridades sindicales.
 
5. La CSA reafirma su compromiso hacia el fortalecimiento de la Red Sindical de Cooperación al Desarrollo (RSCD) CSA – CSI, como espacio fundamental de capacitación, intercambio de información y construcción de estrategias de incidencia sindical sobre las políticas de desarrollo y cooperación a nivel nacional, regional y global. Asimismo, la CSA hace suyo el contenido de la Resolución sobre las Prioridades Sindicales respecto al Desarrollo – aprobada por el Consejo General de la CSI (São Paulo, 2015)- para su incidencia en la Agenda Internacional de Desarrollo. 
Educación y Formación Sindical

1. El Congreso afirma que el principal desafío de la Educación y Formación sindical lo constituye el de preparar a las/os trabajadoras/es para enfrentar el modelo neoliberal y su visión hegemónica, contraria al pluralismo, la diversidad y la democracia. El desafío neoliberal no se circunscribe al ámbito económico, sino que es una visión del ser humano y de la sociedad de tipo ideológico, político y cultural que requiere de una formación sociopolítica que profundice el análisis de las características del modelo neoliberal.

2. El modelo neoliberal promueve como principios y valores la primacía del mercado en todos los ámbitos de la vida económica, política, social y ambiental, el individualismo, el consumismo y la especulación. Las consecuencias de este modelo son la pobreza, el desempleo, la explotación del medio ambiente, la exclusión, la destrucción del tejido social y con ello la generación de un ambiente de violencia e inseguridad social. En lo laboral promueve la flexibilización y precarización del trabajo y en última instancia la eliminación de las organizaciones sindicales.

3. La formación sindical debe ser asumida como un proceso con dimensiones político-estratégicas que debe ser tarea y deber permanente de los equipos de conducción política y no sólo de las secretarías de formación. La formación sindical debe ser entendida como un proceso, estructurada en programas marcados por la progresión y el seguimiento; orientada políticamente por las resoluciones del Congreso.

4. El Congreso reafirma el enfoque integral de la educación, articulando la formación sindical con la formación profesional y con la educación formal. La educación no es una mercancía sujeta a las leyes del mercado del capitalismo, sino que es un derecho humano fundamental de todos/as los/as ciudadanos. Reafirmamos la dimensión socio-política de la formación sindical, para contribuir a disputar la hegemonía al modelo global neoliberal y para el fortalecimiento de las organizaciones sindicales.

5. El Congreso mandata sus organizaciones y a sus organismos de conducción a profundizar el diseño e implementación de su Sistema de Formación Sindical, que debe tener como mínimo los siguientes componentes: a) El Grupo de Trabajo Educación, GTE, cuya función es orientar el proceso de formación sindical en las prioridades que el Congreso decida; b) La Plataforma Red de Escuelas Sindicales constituida por las Secretarías de Formación, las Escuelas e instancias de formación de las organizaciones afiliadas a la CSA y por los programas, convenios y proyectos de la CSA;

6. En esta etapa las prioridades deben ser la formación de dirigentes y cuadros especializados en Desarrollo Sustentable, en Organización, en Formación y en Información-Comunicación. Los contenidos, que como objeto de estudio-aprendizaje deben vehiculizar la propuesta ideológica-política, la estrategia y las políticas de organización y acción trazados por este Congreso y en particular sobre la PLADA, que debe constituirse en uno de los ejes prioritarios de la formación sindical. El método Práctica-Teoría-Práctica mejorada (P-T-Pm); y las alianzas estratégicas con organizaciones e instituciones que realicen actividades de formación e investigación socio laboral y que tengan un pensamiento coincidente y/o convergente con el pensamiento, los objetivos, planes y programas de la CSA, tales como el CINTERFOR/OIT, la CEPAL/ILPES, la Internacional de la Educación (IE), etc.

Equidad e Igualdad de Género
Este programa es coordinado por la Secretaría de Política Sindical y Educación, con la finalidad de continuar en la lucha por la equidad e igualdad de oportunidades.
Es importante implementar las políticas de la Confederación Sindical de Trabajadores y Trabajadoras de las Américas, con el objetivo de avanzar en la paridad de género en las estructuras sindicales, la plena integración de las cuestiones de género en las políticas sindicales y el combate a toda forma de discriminación de que sean victimas las mujeres trabajadoras. La igualdad y equidad de género se constituyen en eje transversal de todas las políticas de la CSA.
La CSA se compromete a garantizar la igualdad de género, la inclusión de las/os jóvenes y la diversidad étnica y racial, reconociéndolos como principios transversales de la libertad sindical.
 
Objetivo: Contribuir a reforzar el empoderamiento y liderazgo de las mujeres en los sindicatos como parte de los procesos de autorreforma sindical, de esta forma las organizaciones tendrán más capacidad para fortalecer el poder de la clase trabajadora y defender mejor los derechos de todos y todas; avanzando de esta forma en la integración de la perspectiva de género en todas las políticas y estructuras sindicales. La paridad entre hombres y mujeres es un proceso que da como resultado un cambio en la concepción de la política sindical y fortalece el movimiento sindical. 
El programa de Género tiene vínculos con los siguientes programas/áreas de Trabajo:
• Programa de Educación
• Programa de Juventud
• Economía Informal y Salud Laboral
• Integración
• Migración
• Organización
• DDHH
• Comunicación
 
Resolución 13

1. La condición de las mujeres sólo podrá transformarse efectivamente en la medida que se impulsen cambios en las formas de producción y reproducción social, en las estructuras de poder y autoridad y se les reconozca como agentes activos en todos los procesos sindicales, sociales, políticos y económicos, en tal sentido el Congreso adopta todos los posicionamientos y acuerdos alcanzados en la I Conferencia de Mujeres de la CSA: Democracia, Autonomía de las Mujeres e Igualdad de Género.

2. La situación de las mujeres en la región ha mejorado, pero los avances han sido insuficientes y dispares; la desigualdad, la discriminación, la violencia con- tra las mujeres, la limitada participación en diferentes ámbitos, la resistencia a los cambios en la división sexual del trabajo, las barreras a la incorporación al mundo del trabajo y la carga del cuidado siguen afectando a las mujeres, impidiendo el logro de su plena autonomía tanto económica como física, lo que es fundamental para garantizar el respeto, ejercicio y goce de sus derechos y para lograr una verdadera igualdad.

3. Para alcanzar la igualdad en el mundo del trabajo es necesario realizar esfuerzos concentrados para garantizar un entorno que permita a hombres y mujeres tener acceso a un trabajo decente; es decir, un empleo productivo, justamente remunerado, que se desarrolle en condiciones de libertad, equidad, seguridad y respeto a la dignidad humana; que garantice el pleno respeto de la libertad sindical.

4. Es fundamental reforzar el liderazgo de las mujeres en los sindicatos como parte de los procesos de autoreforma sindical, las organizaciones tendrán más capacidad para reforzar el poder de la clase trabajadora y defender mejor los derechos de todos y todas; avanzando de esta forma en la integración de la perspectiva de género en todas las políticas y estructuras sindicales. La paridad entre hombres y mujeres es un proceso que da como resultado un cambio en la concepción de la política sindical y fortalece el movimiento sindical.

5. La CSA promoverá que sus organizaciones establezcan la lucha a favor de los derechos sexuales y reproductivos, la descriminalización del aborto y el derecho de las mujeres a decidir. El aborto inseguro que es realizado en condiciones precarias de salud e higiene, se considera como un grave problema de salud pública.

6. Exigimos a los Estados que promuevan políticas para prevenir, sancionar y erradicar todo tipo de violencia contra las mujeres lo que representa una relación de poder y dominación de los hombres sobre las mujeres, y tiene como base la construcción social que visualiza a las mujeres como seres inferiores. Apoyamos la propuesta de la adopción de una nueva Norma Internacional en la OIT, un Convenio relativo a la violencia de género en el lugar de trabajo.

7. La CSA exhorta a sus afiliadas a desarrollar medidas para contrarrestar y erradicar el trabajo de las mujeres en condiciones de informalidad, precario y en condiciones análogas a la esclavitud y la trata de personas y a continuar fortaleciendo alianzas estratégicas y acciones de coordinación con los Sindicatos Globales y las redes de Mujeres a nivel nacional y regional. En materia de protección social, es necesario implementar políticas públicas con medidas activas destinadas a eliminar la discriminación salarial y modificar concepciones tradicionales sobre el papel de la mujer en la sociedad y en el mundo del trabajo. Es importante promover la protección de la maternidad, las tareas de cuidado, ampliando el piso de protección social con soluciones contributivas a reducir las diferentes brechas de género.

Grupo de Trabajo e Integración Hemisférica

El Grupo de Trabajo de Desarrollo e Integración Hemisférica (GTDIH) es un espacio de la CSA, creado en el año 2008 desde la CSA que se planteó como objetivos la profundización del debate del sindicalismo de las Américas frente al modelo de Desarrollo y a los procesos de integración regional que queremos para nuestra región.

Participan del GTDIH el Secretariado de la CSA, las Instancias de Coordinación Sindical Subregional, los representantes del CMTA y CJTA, los miembros del Consejo Ejecutivo, afiliadas y fraternales de la CSA y los representantes de las Global Unión. El Grupo es coordinado por el Secretariado de la CSA, con el desafío y el compromiso de pensar y promover agendas que estimulen los cambios fundamentales en la construcción de los distintos proyectos alternativos del desarrollo e integración regional. Esos procesos deben contener nuestra visión del desarrollo construida desde la opción sindical de la CSA expresada en la PLADA– Plataforma de Desarrollo de las Américas, reafirmando los pilares del trabajo decente; la distribución de la riqueza; la democracia participativa; la igualdad entre géneros; la integración regional; la protección e inclusión social de todas y todos, inter-generacional y ambiental.

El Grupo sigue un proceso permanente de avance en la agenda hemisférica y reafirma las resistencias de décadas contra el neoliberalismo. Respeta los arduos procesos de construcción de alternativas políticas y sociales progresistas para identificar y sistematizar los desafíos que debemos enfrentar si queremos que esas conquistas no retrocedan, si queremos avanzar hacia una región donde el desarrollo sea sustentable, socialmente inclusivo, políticamente democrático y basado en el derecho inalienable de los pueblos a decidir su futuro.

En los resultados alcanzados y en la participación de las organizaciones afiliadas y fraternas de la CSA merecen destaque dos documentos elaborados por el Grupo. La PLA – Plataforma Laboral de las Américas (2009) y la PLADA 2014) y las contribuciones para el Documento Base y las Resoluciones para el II y III Congreso de la CSA.

 

Juventud Trabajadora de las Américas

1. El Congreso afirma que el principal desafío de la Educación y Formación sindical lo constituye el de preparar a las/os trabajadoras/es para enfrentar el modelo neoliberal y su visión hegemónica, contraria al pluralismo, la diversidad y la democracia. El desafío neoliberal no se circunscribe al ámbito económico, sino que es una visión del ser humano y de la sociedad de tipo ideológico, político y cultural que requiere de una formación sociopolítica que profundice el análisis de las características del modelo neoliberal.

2. El modelo neoliberal promueve como principios y valores la primacía del mercado en todos los ámbitos de la vida económica, política, social y ambiental, el individualismo, el consumismo y la especulación. Las consecuencias de este modelo son la pobreza, el desempleo, la explotación del medio ambiente, la exclusión, la destrucción del tejido social y con ello la generación de un ambiente de violencia e inseguridad social. En lo laboral promueve la flexibilización y precarización del trabajo y en última instancia la eliminación de las organizaciones sindicales.

3. La formación sindical debe ser asumida como un proceso con dimensiones político-estratégicas que debe ser tarea y deber permanente de los equipos de conducción política y no sólo de las secretarías de formación. La formación sindical debe ser entendida como un proceso, estructurada en programas marcados por la progresión y el seguimiento; orientada políticamente por las resoluciones del Congreso.

4. El Congreso reafirma el enfoque integral de la educación, articulando la formación sindical con la formación profesional y con la educación formal. La educación no es una mercancía sujeta a las leyes del mercado del capitalismo, sino que es un derecho humano fundamental de todos/as los/as ciudadanos. Reafirmamos la dimensión socio-política de la formación sindical, para contribuir a disputar la hegemonía al modelo global neoliberal y para el fortalecimiento de las organizaciones sindicales.

5. El Congreso mandata sus organizaciones y a sus organismos de conducción a profundizar el diseño e implementación de su Sistema de Formación Sindical, que debe tener como mínimo los siguientes componentes: a) El Grupo de Trabajo Educación, GTE, cuya función es orientar el proceso de formación sindical en las prioridades que el Congreso decida; b) La Plataforma Red de Escuelas Sindicales constituida por las Secretarías de Formación, las Escuelas e instancias de formación de las organizaciones afiliadas a la CSA y por los programas, convenios y proyectos de la CSA;

6. En esta etapa las prioridades deben ser la formación de dirigentes y cuadros especializados en Desarrollo Sustentable, en Organización, en Formación y en Información-Comunicación. Los contenidos, que como objeto de estudio-aprendizaje deben vehiculizar la propuesta ideológica-política, la estrategia y las políticas de organización y acción trazados por este Congreso y en particular sobre la PLADA, que debe constituirse en uno de los ejes prioritarios de la formación sindical. El método Práctica-Teoría-Práctica mejorada (P-T-Pm); y las alianzas estratégicas con organizaciones e instituciones que realicen actividades de formación e investigación socio laboral y que tengan un pensamiento coincidente y/o convergente con el pensamiento, los objetivos, planes y programas de la CSA, tales como el CINTERFOR/OIT, la CEPAL/ILPES, la Internacional de la Educación (IE), etc.

 

Poder Corporativo, Multinacionales y Cadenas Globales de Producción

1. La gobernanza global del capitalismo actual, en el cual las corporaciones y las instituciones financieras ejercen un poder superior a los Estados y las instituciones internacionales, hace que los gobiernos se muestren cada vez más disminuidos frente a estos poderes. Rechazamos la existencia de paraísos fiscales y abogamos por una justicia fiscal redistributiva. Este poder corporativo debe ser controlado con reglas claras y ejecutables por la ley, tanto a niveles nacionales como regionales e internacionales, que garanticen la implementación de acciones orientadas al cumplimiento de lo dispuesto por las instancias regionales e internacionales, frente a la ofensiva de las empresas. A pesar de la existencia de normas internacionales, incluyendo los Principios Rectores de la ONU sobre Empresas y Derechos Humanos, las Directrices de la OCDE para las Empresas Multinacionales y la Declaración de la OIT sobre las Empresas Multinacionales que establecen responsabilidades laborales a lo largo de toda su cadena, pero fallan a la hora de establecer mecanismos vinculantes, y persisten los abusos y crímenes contra las/os trabajadoras/es.

2. La CSA defiende que los gobiernos y los organismos internacionales establezcan y hagan cumplir un ordenamiento jurídico nacional e internacional que responsabilice a las corporaciones por sus conductas a nivel local y en los países y territorios donde se desarrolla su actividad o parte de ella. Entre ellas debe garantizarse una justa distribución de renta a través de salarios mínimos dignos, la garantía de la negociación colectiva, el pleno ejercicio de la libertad sindical y la protección social e ingresos adecuados.

3. Los cambios en la configuración del mundo de la producción han tenido un profundo impacto sobre la división internacional del trabajo. En el modelo vigente las empresas se organizan a través de cadenas de producción en un proceso de externalización de la producción a lo largo de los eslabones de sus cadenas que les permite flexibilización de los contratos y las condiciones de trabajo. Para enfrentar este problema, el movimiento sindical de las Américas debe considerar aportes innovadores y vanguardistas para hacer que las empresas se responsabilicen por las condiciones laborales al largo de toda la cadena.

4. En ese contexto la CSA considera que este fenómeno, constitutivo de las cadenas globales de producción, es un foco clave de atención de su acción socio-política en alianza con la CSI y los Sindicatos Globales. Convoca a sus afiliadas a definir estrategias de acción propias, en los ámbitos investigativo, jurídico, de organización, denuncia, formativos tanto en el ámbito nacional como internacional que considere las Recomendaciones establecidas por la CSI para que las empresas pongan remedio al escándalo que representan sus cadenas mundiales de suministro y favorezcan las condiciones de trabajo decente, construidas sobre relaciones laborales sólidas, claras, garantizando los derechos fundamentales – incluidas la sindicación y la negociación colectiva – a lo largo de todas las etapas de las cadenas de producción, como por ejemplo, con Acuerdos Marcos Globales con mecanismos vinculantes para su ejercicio efectivo.

5. Consciente de la necesidad de profundizar el conocimiento sobre las diversas modalidades de relaciones laborales precarizadas, como en las zonas francas, en los Call Centers, entre otras en la región, la CSA promoverá acciones de investigación y formación para analizar las cadenas productivas y sus impactos sobre las trabajadoras/es, con especial atención en mujeres, jóvenes y migrantes. Igualmente, en la lógica de ampliar la capacidad de la organización sindical, en cuanto a funcionamiento, estructuras y representación, la CSA avanzará en el eje de Autorreforma Sindical, a fin de articular con estrategias de organización/ acción/afiliación de las diferentes categorías de trabajadoras/es identificados.

Reforma Agraria: Instrumento de Desarrollo Sustentable

1. El latifundio concentrador de monocultivos que degrada los recursos naturales, es el modelo agrario más extendido en América Latina y el Caribe. En el Continente la propiedad de la tierra viene concentrándose en pocas manos, siguiendo la lógica del capitalismo mundial.

2. La extranjerización de las tierras y la desnacionalización de inmensas extensiones del territorio, sumadas al control realizado por las transnacionales del conjunto de la cadena productiva, desde las semillas – en general transgénicas – hasta la industrialización y distribución, se ha convertido en una inaceptable fuente de exclusión de campesinos, pueblos originarios y afro descendientes, así como de generación de trabajo análogo a la esclavitud y precario.

3. La CSA plantea que la reforma agraria es un elemento fundamental del desarrollo sustentable y la democratización de la propiedad de la tierra una condición esencial de la misma. Igualmente, la Reforma Agraria es necesaria para hacer efectiva la justicia social y ambiental, lograr la revalorización del trabajo, mejorar la distribución de la renta y alcanzar la seguridad y soberanía alimentaria de cada país. Es una medida que refuerza el protagonismo y la relevancia del Estado como motor del desarrollo económico y social.

4. La CSA entiende que al fortalecer la agricultura familiar y a las/os trabajadoras/es rurales, potenciando el vínculo con la tierra, la reforma agraria se convierte en un importante instrumento de generación de empleo, de democratización de la propiedad, con una ocupación más equilibrada de los territorios y un uso más racional de sus recursos para ampliar la producción de alimentos para la población, así como la soberanía alimentaria de los países. Tales medidas, son necesarias para la constitución de un mercado interno fuerte y pujante, condición para el crecimiento autosustentable, fundamental para el enfrentar los impactos de la crisis capitalista y son también imprescindibles para la supervivencia misma del planeta.

5. Frente a estos desafíos la CSA levanta en alto la bandera de la reforma agraria, la defensa de la soberanía alimentaria de las naciones y denuncia a las multinacionales que pretenden monopolizar la cadena de producción de alimentos, la imposición de monocultivos motivados en los agrocombustibles o simple producción de alimentos como commodities objeto de la especulación. Defiende una mayor inversión pública en el sector, con presupuestos destinados a la desapropiación de los latifundios, a los asentamientos y a la formación científica y tecnológica de la población rural.

6. Denunciamos la violación de los DDHH de los que luchan por la democratización del acceso a la tierra y condenamos la creciente criminalización de los movimientos sociales acción que vienen desarrollando las elites y sus medios de comunicación para impedir el progreso social. Saludamos y apoyamos a las/ os que luchan por la reforma agraria.

7. Finalmente, la CSA llama a sus afiladas a fortalecer el trabajo de organización de las/os trabajadoras/es del campo, en sus diferentes modalidades y expresiones, a establecer alianzas con otras organizaciones y movimientos sociales que luchan por la reforma agraria y la soberanía alimentaria.

Tratados de Libre Comercio y Tratado de Protección de Inversiones

1. Los Tratados de Libre Comercio (TLC) y los Tratados de Promoción y Protección de Inversiones (TPPI), tienen efectos negativos sobre los sistemas productivos de la región y son además instrumentos de absorción de mercados por parte de las grandes potencias. Profundizan las asimetrías entre naciones enriquecidas y empobrecidas, aumentan el poder de las corporaciones y potencias frente a los pueblos, profundizando las raíces neoliberales de exclusión y pobreza para las mayorías y ganancia y concentración de la riqueza para las minorías.

2. La CSA afirma su total repudio a los TLC y TPPI, que son la expresión máxima del capitalismo y siguen en el orden del día en la agenda de los gobiernos neoliberales y de las corporaciones. De manera particular alertamos frente a la utilización del Sistema de Solución de Diferencias entre Inversores y Estados (ISDS), que forma parte vital de todos los TPPI, que viene siendo accionado en la región para obligar a los gobiernos a limitar políticas soberanas, sometiéndolos a costosas demandas internacionales por el supuesto perjuicio a las corporaciones, lo que se traduce en la profundización de la Deuda Externa, el estímulo a las privatizaciones y la reducción de la inversión de los Estados para proteger a las mayorías.

3. Mantenemos nuestra oposición a todos los TLCs vigentes porque han demostrado su total inconveniencia para los intereses de los países de las Américas que los han suscrito y en especial para las condiciones de vida y trabajo de la mayoría de la población. Proponemos la inmediata suspensión de los tratados firmados a fin de preservar la soberanía y autodeterminación de los pueblos y naciones y revertir sus efectos perversos para las futuras generaciones. Instamos a las organizaciones sindicales de los países involucrados a poner en evidencia la fragilidad y poca efectividad de los mecanismos establecidos en dichos tratados para amparar los derechos de las/os trabajadores/as.

4. Expresamos nuestra preocupación ante la retomada de las negociaciones entre la Unión Europea y los gobiernos del Mercosur, para avanzar en la firma del tratado entre ambos bloques, paralizado desde 2004. Para el movimiento sindical de la región no existe absolutamente ninguna condición para la firma de este acuerdo, porque contiene las mismas desventajas y peligros demostrados en los otros TLC´s cuyos efectos han sido plenamente notados en la región. Mercosur debe retomar su agenda para estimular las economías y el desarrollo de los países miembros, fortalecer la integración regional y favorecer la inclusión social de sus pueblos.

5. Repudiamos la nueva generación de tratados multilaterales, tales como el Tratado Internacional de Servicios (TISA), el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP), la Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión (TTIP), el Acuerdo integral de Economía y Comercio (CETA), entre otros. Estos acuerdos representan la radicalización de la agenda del dominio corporativo y las empresas multinacionales sobre la economía del planeta y un serio peligro para la democracia y la gobernanza mundial. La CSA se compromete a llamar acciones nacionales y regionales conjuntas con los demás movimientos sociales contra los Tratados de Libre Comercio y los mecanismos que se imponen para garantizar su dominio sobre las soberanías de los países, el interés de los pueblos y los derechos de las/os trabajadoras/es.